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Revista Electrónica de Medicina Intensiva
Artículo nº S8. Vol 3 / S2, abril 2003

Autor: Beatriz Sánchez Artola

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SRAG: medidas de control ambientales

En el caso del síndrome respiratorio agudo grave (SRAG) deben extremarse las medidas de control ambiental. El paciente debe ingresarse en una habitación individual o si esto no es posible, deben realizarse aislamientos por cohortes. Esta no es la opción más deseable, salvo en situaciones de emergencia epidemiológica y agotamiento de los recursos disponibles, porque, con la actual definición de caso sospechoso, un porcentaje sustancial de pacientes finalmente pueden no tener infección por el virus del SRAG, viéndose expuestos al contagio por los que sí la tienen.

La utilización de camas o carpas de aislamiento, como es norma en algunos países de la Comunidad Europea para el tratamiento de pacientes con enfermedades altamente contagiosas (agentes biológicos con nivel de seguridad 4), impide el acercamiento al enfermo, salvo a través de unos guantes insertados en el propio cobertor aislante, por lo que los cuidados intensivos serían tremendamente difíciles de llevar a cabo.

La Organización Mundial de la salud (OMS) recomienda que todos los pacientes con sospecha de SRAG se mantengan en habitaciones cerradas, a ser posible individuales, separadas del resto del hospital y con presión negativa en relación con el espacio circundante, de forma que el aire contaminado no escape de la habitación al resto del hospital. El acceso a las mismas se efectúa por un espacio estanco que debe incluir una zona de presión intermedia y al que sólo se permitirá el paso al personal debidamente autorizado. Las habitaciones, a su vez, poseen una cámara estanca interna, con puertas de cierre alterno, donde el personal se pone y retira su equipo desechable de protección personal (EPP) (protección de contacto, respiratoria y frente a secreciones) y se descontamina antes y después de cada intervención (lavado de manos, desinfección de estetoscopios y esterilización de cualquier componente del EPP que por motivos de disponibilidad no fuera desechable, etc.) y donde se guarda el material.

El sellado completo de las habitaciones por sí sólo puede conseguir una presión diferencial, que aunque es muy pequeña, podría ser suficiente para lograr la presión negativa. Sin embargo, el sellado perfecto es francamente difícil de obtener, sobre todo en instituciones de construcción antigua. Por ello, para conseguir de forma eficaz dicha presión negativa, se dota a las estancias con sistemas de ventilación mecánica dedicados. El sistema de extracción mecánica de aire es más eficaz que los ventiladores de ventana y consiste en el bombeo del aire externo limpio hacia adentro de la habitación y la extracción del aire contaminado, pero filtrado previamente mediante HEPA, hacia fuera del hospital, evitando que se evacue hacia vías públicas, viviendas cercanas o cualquier otro entorno, donde pudiera provocar enfermedad. Los sistemas deben diseñarse y ubicarse cuidadosamente de forma que el flujo de aire sea unidireccional, entrando desde el corredor a la habitación contaminada (habitualmente bajo la puerta) y saliendo de ella luego, siempre en mayor cantidad, por un punto alejado de la zona de ingreso del aire (habitualmente una ventana), hacia el exterior del hospital, evitando la recirculación. La tasa de evacuación o recambio aéreo para el SRAG no se ha establecido; en el caso de la tuberculosis, en condiciones óptimas, se recomiendan al menos doce cambios por hora. En los casos en que, por motivos arquitectónicos, no pueda evacuarse el aire contaminado hacia el exterior, debe instaurarse un sistema cerrado de filtración y recirculación, que capte el aire de la habitación, lo filtre y lo extraiga ya depurado de forma continua y horizontal hacia la habitación. Los filtros han de ser de alta eficiencia (HEPA).

Los sistemas de ventilación deben diseñarse o modificarse, por un equipo multidisciplinar que incluya ingenieros de ventilación, así como especialistas en el control de la infección y en salud laboral. Se establecerán controles rigurosos diarios, que detecten la pérdida de la presión negativa, en cuyo caso y hasta la resolución del problema se emplearán, durante el menor tiempo posible, sistemas portátiles de filtrado HEPA.

La OMS ha anunciado que próximamente estarán disponibles normas de ventilación específicas para el SRAG.

Los residuos líquidos procedentes de la sala de aislamiento deberán ser manipulados con extremo cuidado y tratados mediante un sistema de desinfección térmica o química. En su defecto, el agua utilizada para la limpieza debe almacenarse en contenedores seguros hasta su desinfección. Los residuos han de absorberse primero mediante celulosa u otros materiales y posteriormente descontaminarse y eliminarse mediante autoclave.

Las muestras de sangre y orina, adecuadamente envasadas, deben transportarse desde la habitación al laboratorio destinado para su procesamiento (en España el Instituto de Salud Carlos III), al menos con las medidas estándar para el nivel de bioseguridad 2. Las normas de seguridad de la OMS, específicas para el procesamiento de las muestras en el laboratorio se han publicado el 25 de abril.

El material o instrumental médico que haya entrado en contacto directo con la sangre o regiones estériles y no pueda desecharse (como el instrumental quirúrgico) debe esterilizarse, el que haya contactado con mucosas (broncoscopios, circuitos de ventilador, nebulizadores, etc.) debe esterilizarse o al menos someterse a desinfección de alto nivel (que destruya todos los microorganismos en su forma vegetativa, mediante ebullición, vapor fluente o química), en los dispositivos que sólo entran en contacto con la piel del paciente o que no llegan a contactar (superficie externa del ventilador, estetoscopio, etc.) se procederá al menos a una desinfección de nivel intermedio.

Las habitaciones y los fómites deben limpiarse por personal protegido con EPP, con agentes antivirales de amplio espectro, con eficacia probada frente a los virus de cubierta lipídica.

La lencería utilizada debe eliminarse colocándola en contenedores de material biológico peligroso.

EPP requerido para entrar en habitaciones de aislamiento de pacientes con sospecha de SARS:

  • Máscara respiratoria desechable con protección adecuada (respiradores P100/FFP3, o P99/FFP2).

  • Protección ocular.

  • Guantes desechables.

  • Bata desechable.

  • Chaleco de plástico.

  • Calzas y calzado que pueda decontaminarse.

Enlaces:

  • OMS. Hospital Infection Control Guidance for Severe Acute Respiratory Syndrome (SARS). [HTM]

  • CDC. Guideline for Isolation Precautions in Hospitals. [HTM]

  • WHO biosafety guidelines for handling of SARS specimens. 25 April 2003. [HTML]

Beatriz Sánchez Artola
©REMI, http://remi.uninet.edu. Abril
2003.
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Palabras clave: Neumonía, Síndrome respiratorio agudo grave, Control de infecciones.

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