ISSN: 1578-7710

  Camerún, 1ª parte
 

 

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Revista Electrónica de Medicina Intensiva
Artículo nº A31. Vol 5 nº 10, octubre 2005.

Javier Palencia Ramírez

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Camerún (primera parte)

 

 

 

La Ley del más fuerte

Según datos de la OMS, en Camerún 168 de cada mil niños mueren antes de los 5 años. En España la mortalidad infantil es de 5 por mil. Cualquier niño de los que han sido atendidos en las campañas de salud que la O.N.G.D. Zerca y Lejos lleva a cabo cada verano es, hasta cierto punto, un chico con suerte, que la selección natural ha escogido para que antes de cumplir los diez años pueda sostener un machete y salir a la selva para mantener a su familia, a pesar de la malaria o del hambre.

 

La esperanza de vida sana al nacer es de 41,8 años para la mujer (75,3 en España), y muchas de las veces que una mamá pasa ese umbral corre el riesgo de que sus hijos mueran antes que ella y no haya nadie que la mantenga, cuando el reumatismo le impida coger cestas de mandioca o la ceguera de los ríos la obligue a caminar 8 kilómetros a ciegas para llegar a un campamento donde, por primera vez en su larga vida, sea escuchada por lo más parecido a un médico que habrá conocido jamás.

El 48% de la población vive bajo el umbral de la pobreza (menos de un dólar americano al día). Por cada cien mil habitantes hay siete médicos (329 en España), pero por si esto fuera poco falta la educación para saber cuándo hay que acudir a uno, el dinero para correr con los gastos y la manera, muchas veces, de llegar hasta ellos.

El Índice de Desarrollo Humano, ranking basado en acceso a agua, médicos, tasa de paro y democracia, sitúa a Camerún en el puesto 144 de 177. Estos números se traducen en que, sirva como ejemplo, el médico camerunés que trabaja con ZyL no tiene agua corriente en su casa de Yaoundé, la capital, mientras en la zona de Bengbis, donde ZyL desarrolla su actividad, el agua corriente sería un lujo impensable.

Otras cifras pueden reflejar a cuántos años luz está Camerún de nuestro mundo en cuanto a desarrollo, pero compararlo todo en cifras no tendría mucho sentido. No se pueden medir las cosas con el mismo baremo, pues estamos hablando, como se dice, del tercer mundo. Es decir, dos mundos por debajo.

Las campañas de Salud

La provincia de Bengbis está situada al sur de Camerún, en plena selva tropical. Su capital, Bengbis, está situada aproximadamente 200 kilómetros al este de Yaoundé. De difícil acceso en las épocas de lluvias (6 meses al año), se encuentra comunicada por pistas de tierra con dos ciudades: Akonolinga al norte y Sangmelima al sur, distantes cada una de ellas a 80 km. A pesar de que las campañas de salud se hicieron en la época seca, los recorridos eran cortos y los viajes largos.

Las campañas se anuncian a principio del verano en Bengbis capital, citando a una reunión a los jefes de los poblados. Se hace una lista de los poblados incluidos, que luego se modifica por cuestiones de clima, voluntarios disponibles, etc.

Cada campaña de salud dura de dos a cuatro días (dependiendo del número de pacientes que acudan a la cita), y se hacen 4 tipos de intervención sanitaria:

  1. Consultas gratuitas y administración de medicamentos
  2. Citaciones para cirugía programada en el hospital de Bengbis
  3. Evacuación de enfermos graves y financiación de los gastos hospitalarios
  4. Campaña de Prevención y Educación Sanitaria

 A cada campaña acuden uno o dos médicos nativos que colaboran con la O.N.G.D. por voluntad o bajo un salario bajo en concepto de motivación, una licenciada en medicina española, varios estudiantes de medicina de las universidades Autónoma y Complutense de Madrid de distintos cursos, y dos traductores nativos, uno de ellos Español-Bulu y otro Francés-Bulu. El bulu es la lengua materna de los habitantes de Bengbis, aunque muchos de ellos hablan el francés.

 

Para las consultas se llevan dos tiendas de campaña grandes, mesas, sillas, camillas, los medicamentos calculados para esa campaña, libros, y material básico (fonendos, otoscopio, tensiómetro, termómetro, linterna...). La farmacia se instala con unas mesas bajo una lona. El chef de cada pueblo hace una lista de los habitantes, que habitualmente controlamos uno de nosotros, y se va haciendo pasar a los pacientes a la consulta. Se realiza la historia clínica en un cuestionario pre-diseñado, y el paciente acude después a la farmacia a recoger los medicamentos recetados.

Los medicamentos que se usan se consiguen mediante pedidos a la Organización Farmamundi, y se formula la lista de los que vamos a usar en base a la lista de Medicamentos Esenciales que propone la organización Médicos Sin Fronteras en la Campaña para el Acceso a Medicamentos Esenciales (CAME). La CAME es una campaña internacional y tiene como objetivo disminuir la brecha existente entre países ricos y pobres en cuanto al acceso a medicamentos esenciales, abogando por la reducción de precios, la mayor financiación, una política transparente de precios diferenciales por parte de las compañías farmacéuticas, la competencia de los genéricos, y un mayor presupuesto para I+D.

 

Cada día se han consultado 150-200 pacientes como promedio, llegando en algunas ocasiones a ver a 350 pacientes en una sola jornada. Suelen funcionar tres o cuatro consultas a la vez, y en la farmacia hay de dos a cuatro personas dispensando medicamentos, previamente preparados por todos los voluntarios en dosis prefijadas y en bolsas rotuladas de manera que cada paciente pueda comprender bien la dosificación del fármaco que recibe.

Este año se han incorporado tres innovaciones que se han considerado básicas para que la situación sanitaria mejore, incluso cuando la campaña haya acabado. Son los traductores nativos, la archivación de historias clínicas, y lo más importante, la campaña de prevención.

La importancia del traductor nativo ha radicado en que no sólo los voluntarios que hablaban francés podían realizar consultas, lo que ha permitido tener un mayor número de personal atendiendo pacientes. Además, al ser el traductor de un pueblo vecino (si no del mismo) al del paciente consultado, el paciente deposita más confianza en el proceso, lo que favorece el éxito de la entrevista clínica. El traductor nativo puede captar los matices lingüísticos y gestuales del paciente durante la anamnesis, y conoce las costumbres propias y la problemática de la región. En muchas ocasiones el traductor conocía personalmente al paciente, lo que permitía objetivar datos como la pérdida de peso, etc. Además es un testigo de la intención de la campaña que permanecerá en el terreno, favoreciendo que la imagen del voluntario para el paciente no sea la de un extraño, sino la de un “blanco” amigo de su vecino.

El hecho de que este año se haya escrito una historia clínica de cada paciente hace que se les pueda seguir en un futuro, permite un conocimiento exhaustivo de la población para la realización de estudios epidemiológicos para orientar siguientes campañas y analizar la efectividad de los fármacos y procedimientos que utilizamos.

Por último, la campaña de prevención se ha estrenado este año y los médicos nativos han hecho hincapié en ella de cara a la población, ya que la educación para la salud es el primer acto sanitario en el que debemos pensar. La prevención se ha basado en la idea de que antes de intentar superar el obstáculo que supone la falta de medios hay que conocer cuáles son los medios de los que se carece. También implica que el voluntario muestra una preocupación por los problemas sanitarios de la región, y que se niega a aceptar la enfermedad como un hecho inevitable en muchos de los casos. Un ejemplo de la campaña de prevención es la insistencia en el uso de mosquiteras para la prevención de la malaria. Tras explicar el proceso de infección, se insistió en este aspecto a pesar de que allí están a un precio elevado para el bolsillo de muchos de los habitantes. Aun así se intentó inculcar el concepto de que era una buena inversión para la salud, ya que provoca más pérdidas un cabeza de familia enfermo que no puede salir al campo a conseguir alimento con el que subsistir. Además se dio a conocer la campaña que lleva a cabo el gobierno de la República de Camerún de dispensar mosquiteras a las mujeres embarazadas.

Javier Palencia Ramírez
Estudiante de 5º de Medicina
Hospital Gregorio Marañón
Universidad Complutense, Madrid
©REMI, http://remi.uninet.edu. Octubre 2005.

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última modificación: 01/07/2007