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Traumatismos penetrantes de grandes vasos torácicos
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Artículo original:
Penetrating thoracic great vessel injury: impact of admission
hemodynamics and preoperative imaging. O'Connor JV, Scalea TM. J Trauma
2010; 68(4): 834-837. [Resumen] [Artículos relacionados]
Introducción: Estudios previos han mostrado que la mortalidad prehospitalaria de los
traumatismos penetrantes de grandes vasos torácicos es elevada (5,3% en heridas por
arma de fuego y 2% en heridas por arma blanca). Sin embargo, los
datos en relación con la morbimortalidad intrahospitalaria varían en
los distintos estudios, aunque se aprecia una disminución en las últimas
décadas.
Resumen: Los
autores realizan un estudio retrospectivo de 6 años de los pacientes
traumatizados con lesiones penetrantes de grandes vasos torácicos. Analizan entre
otras variables: mecanismo de producción, hemodinámica al ingreso,
localización de los vasos lesionados, otros traumatismos asociados,
tratamiento, complicaciones y mortalidad. Establecen dos grupos
diagnósticos: estables e inestables y excluyen los pacientes con
lesiones vasculares axilares y a quienes se les realizó RCP con
toracotomia. Hubo un total de 36 pacientes con un rango de edad de 15 a
57 años. Las lesiones por arma de fuego fueron el mecanismo de
producción más frecuente (61%) y el tiempo medio de transporte desde la
escena del accidente al centro hospitalario de 28 ± 12 minutos por
carretera y de 48 ± 12 minutos aéreo. El 56% de los pacientes
presentaban signos de shock al ingreso, siendo las lesiones halladas:
arteria subclavia (1), vena subclavia (3), mixtas (12) y carótida común
y arco aórtico (2). En el 45% se asoció a otras lesiones no vasculares
(pulmonares, plexopatias, esófagicas y traqueoesofágicas). Las pruebas
de imagen utilizadas en el paciente estable fueron la angiografía y el
angioTAC, contribuyendo a la elección del abordaje quirúrgico en el 25%
de los pacientes. Para los traumatizados en shock las vías de abordaje
utilizadas fueron: esternotomía (75%), periclavicular (20%) y
toracotomía (5%). En el paciente estable la vía periclavicular se
realizó en el 56% y la esternotomía parcial en el 31%. Las
complicaciones asociadas fueron: parada intraoperatoria en lesión
venosa innominada, tromboembolismo pulmonar, empiema complicado,
infección de herida quirúrgica, plexopatía y paraplejia (1). No
hubo mortalidad asociada en la serie analizada.
Comentario: Aunque
el estudio es retrospectivo muestra que las lesiones penetrantes de grandes vasos
torácicos que llegan al hospital tienen buen pronóstico. Sin embargo, es llamativa la baja
mortalidad hallada, que los propios autores reconocen al compararla con
controles históricos (mortalidad de hasta el 39%). Aunque es cierto que
ha habido cambios muy importantes en la resucitación inicial,
disminución en los tiempos de traslado, mejora de métodos diagnósticos y
de tratamiento, un dato importante es que el estudio no incluye los
pacientes que son inicialmente reanimados, con lo que los resultados
podrían estar artefactados. Un dato muy importante de este estudio es
que la mejora de las pruebas diagnósticas de imagen ayuda en la elección del
abordaje quirúrgico más adecuado en función de la lesión encontrada en
el paciente estable, al definir con mayor precisión la zona lesionada.
En el paciente inestable el tratamiento quirúrgico de emergencia
continúa siendo el tratamiento de elección.
Encarnación Molina Domínguez
Hospital General de Ciudad Real
©REMI, http://remi.uninet.edu. Agosto 2010.
Búsqueda en PubMed:
Palabras clave: Trauma grave, Trauma torácico, Trauma vascular, Trauma penetrante.
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