Revista Electrónica de Medicina Intensiva
Artículo nº 638. Vol 3 nº 7, julio 2003.
Autor: Alberto Hernández Abadía
http://remi.uninet.edu/2003/07/REMI0638.htm

Bajas gaseadas accidentalmente en Moscú: una perspectiva sanitaria toxicológica

Artículo original: Wax PM, Becker CE, Curry SC. Unexpected "gas" casualties in Moscow: A medical toxicology perspective. Ann Emerg Med 2003; 41: 700-705.

Introducción: El asalto realizado en Moscú para liberar a los rehenes de los terroristas chechenos ocasionó bajas entre los primeros, debido a la utilización de un tipo de gas anestésico que demostró efectos incontrolados.

Resumen: En octubre de 2002 las fuerzas especiales rusas utilizaron un tipo de gas paralizante para liberar a los rehenes retenidos en el Teatro Dubroyka de Moscú. En esta época de atentados terroristas, el elemento sorpresa en el rescate es una herramienta fundamental. Los servicios sanitarios esperaban recibir víctimas por heridas de bala, no intoxicados. Fueron alertados horas antes para incrementar sus reservas de naloxona, pero no se encontraban preparados para recibir un número de bajas masivo intoxicadas por opiáceos. Se introdujo algún tipo de gas no filiado 15 minutos antes del asalto al teatro. Los médicos de los distintos hospitales emplearon las primeras horas de atención probando distintos antídotos para combatir el agente desconocido. La sintomatología inicial era acorde a la hipótesis de opiáceos: pupilas puntiformes, inconsciencia y depresión respiratoria. La naloxona resultó efectiva en la mayoría de los casos tratados. El Ministro de Sanidad ruso anunció cuatro días después que se había utilizado un derivado del fentanilo. Hubo 127 bajas entre los 800 rehenes (16 %) y más de 650 supervivientes requirieron hospitalización. Análisis posteriores realizados en Alemania demostraron restos de fentanilo utilizado conjuntamente con un agente anestésico inhalatorio como el halotano. El uso del fentanilo aerosolizado difiere considerablemente en su comportamiento del de un auténtico gas, y es difícilmente controlable debido a su alta liposolubilidad y su alto volumen de distribución. Otra hipótesis fue el uso de otro agente como el Carfentanilo.

Comentario: Desgraciadamente la situación internacional actual, en lo que a ataques terroristas se refiere, nos obliga a estar preparados para atender víctimas de agentes tóxicos que son inclusive desconocidos. El arsenal terapéutico de nuestros hospitales nos debe permitir aplicar terapéuticas en un principio empíricas (guiadas por la clínica), ante cuadros patológicos cuando menos altamente infrecuentes. Hoy en día los Servicios de Emergencia Extrahospitalarios reciben entrenamiento, equipos y procedimientos para la asistencia a víctimas de patologías a las que no estamos acostumbrados (SARG), y que además de aislamiento requieren medidas preventivas de contaminación por parte de estos equipos. El papel de la asistencia hospitalaria y por ende el de los Servicios de Medicina Intensiva en estos casos es fundamental y por tanto una responsabilidad que no debemos obviar.

Alberto Hernández Abadía
©REMI, http://remi.uninet.edu. Julio 2003.

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Palabras clave: Gases tóxicos, Fentanilo inhalado, Naloxona.