Revista Electrónica de Medicina Intensiva
Artículo nº 852. Vol 5 nº 4, abril 2005

Autor: Encarnación Molina Domínguez

http://remi.uninet.edu/2005/04/REMI0852.htm

Tratamiento conservador o quirúrgico en el traumatismo renal grave (grados 4 y 5)

Artículo original: Bozeman C, Carver B, Zabari G, Caldito G, Venable D. Selective Operative Management of Mayor Blunt Renal trauma. J Trauma 2004; 57: 305-309. [Resumen] [Artículos relacionados]

Tabla: Grados traumatismo renal

 
I Contusión: Hematuria micro o macroscópica, con estudios urológicos normales
Hematoma: subcapsular, no expansivo, sin desgarro parenquimatoso
II Hematoma perirrenal no expansivo confinado al retroperitoneo renal
Desgarro de menos de 1 cm de profundidad de la corteza renal sin extravasarse orina
III Desgarro de más de 1 cm de profundidad de la corteza renal sin rotura del sistema colector ni extravasación de orina
IV Desgarro parenquimatoso que se extiende más allá de la corteza renal, a la médula o el sistema colector
Vascular: rotura de arteria o vena renales principales con hemorragia contenida
V Desgarro completo del riñón ("estallido")
Vascular: arrancamiento del hilio renal que devasculariza el riñón
   

Introducción: Existe consenso de que los traumatismos renales grados 1-3  pueden ser tratados en el 80-85% de los casos de forma conservadora, y de que los grados 4 y 5 que presentan inestabilidad hemodinámica deben ser intervenidos quirúrgicamente. Sin embargo, existe controversia cuando el paciente se mantiene estable pero en la TAC se aprecian lesiones renales grados 4 o 5.

Resumen: Los autores analizan un total de 178 pacientes con traumatismo renal  atendidos durante un periodo de 9 años. De estos pacientes, 26  tenían documentado grado 4 o 5 de lesión renal por TAC. Analizan la edad, clasificación del traumatismo renal, presencia de extravasación de orina, lesiones asociadas, transfusión de hemoderivados, mecanismo de la lesión, indicación de cirugía y días de estancia en UCI y hospital. Los pacientes fueron divididos en dos grupos en base al  tratamiento conservador o quirúrgico. Todos los pacientes diagnosticados de grado 4 y 5 estuvieron inicialmente estables realizándoseles TAC de pelvis y abdomen con contraste IV. Las indicaciones clínicas para TAC fueron: hematuria macro o microscópica, dolor abdominal o en flanco y lesión medular. Todos los pacientes presentaron hematuria macro o microscópica. Hubo un total de 20 pacientes con grado 4 y 6 pacientes con grado 5. A 14 pacientes se les manejó de forma conservadora y a 12 pacientes se les realizó laparotomía y exploración  retroperitoneal. Se realizó nefrectomía en 9 pacientes y laparototomía con reparación renal en 3. Los pacientes con cirugía renal tenían asociadas lesiones abdominales, que fueron tratadas conjuntamente con la lesión renal. Las lesiones más frecuentes asociadas fueron:  hígado en 9 pacientes, bazo en 5, intestino delgado en 2 y diafragma en 1. La media de estancia en UCI y hospital para los pacientes tratados conservadoramente fue de 3,8 y 8,1 días frente a 3 y 7,6 días en los tratados quirúrgicamente,  diferencias que no fueron significativas. De las variables analizadas, solo la presencia de lesión de un órgano sólido intrabdominal tuvo valor predictivo del fallo en el tratamiento conservador de los pacientes.

Comentario: El estudio muestra que el tratamiento conservador en el traumatismo renal cuando existe estabilidad hemodinámica no conlleva un aumento en la morbilidad. Cuando se asocia con lesiones de órganos intrabdominales existe mayor probabilidad de indicación de laparotomía exploratoria, realizándose tratamiento de las lesiones renales (nefrectomía o reparación), y del resto de órganos afectados.

Encarnación Molina Domínguez
Hospital San Jaime, Alicante
©REMI, http://remi.uninet.edu. Abril 2005

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Palabras clave: Traumatismo renal, Traumatismo abdominal, TAC, Tratamiento quirúrgico, Tratamiento conservador.