Revista Electrónica de Medicina Intensiva
Artículo nº 858. Vol 5 nº 5, mayo 2005

Autor: Federico Gordo Vidal

http://remi.uninet.edu/2005/05/REMI0858.htm

Código shock

Artículo Original: Sebat F, Johnson D, Musthafa AA, Watnik M, Moore S, Henry K, Saari M. A multidisciplinary community hospital program for early and rapid resuscitation of shock in nontrauma patients. Chest 2005; 127: 1729-1743. [Resumen] [Artículos relacionados]

Introducción: Existe cada vez mayor evidencia acerca de la eficacia del manejo precoz, basado en objetivos hemodinámicos predefinidos, de las situaciones de shock y también de cómo el disponer de protocolos mejora tanto la efectividad como la eficiencia de los servicios médicos, incluidos los servicios de urgencias y de medicina intensiva.

Resumen: El presente estudio plantea, en un centro hospitalario de 180 camas (USA), el establecimiento de un protocolo de manejo del shock, que incluye la formación del personal en el reconocimiento de esta entidad, la creación de un código de alarma (similar al código de RCP o de activación al trauma) y la creación de un equipo multidisciplinario (pero con especial dedicación por parte del personal de UCI), que aplica un protocolo previamente predefinido. El protocolo se basa fundamentalmente en el empleo de una resucitación agresiva inicial con fluidos, un manejo orientado a objetivos hemodinámicos y el manejo respiratorio adecuado, además de los tratamientos específicos para cada entidad clínica y cada tipo de shock (séptico, cardiogénico, anafiláctico…). Están excluidos los paciente traumatizados y los que presenta un infarto de miocardio. Los autores presentan los datos de un grupo de pacientes tratados tras la implementación de este protocolo (n = 2.001) y los comparan con un grupo de controles históricos (n = 2.000). En el grupo tratamiento la mortalidad hospitalaria fue 28% frente a un 41% en el grupo control, es decir consiguen una reducción absoluta de la mortalidad del 12 % con una OR 2,4 (IC 95%: 1,2-5,1) y un NNT = 9. Los autores justifican esta disminución en la mortalidad por una reducción significativa en los intervalos de tiempo de tratamiento. Así en el grupo protocolo hubo una reducción del tiempo al diagnóstico de shock, del tiempo hasta la infusión de dos litros de salino, del tiempo de llamada a UCI, del tiempo hasta el ingreso en UCI e incluso una reducción del tiempo a la colocación de un Swan-Ganz. El intensivista estuvo implicado en el manejo del paciente en el 99% de los pacientes del grupo protocolo y en el 87% en el control (p < 0,005).

Comentario: El presente estudio, al ser la intervención comparada con controles históricos, y haber sido realizado en un único centro hospitalario, no es lógicamente adecuado para obtener unas conclusiones generalizables, sin embargo es de gran interés. Sus resultados son absolutamente concordantes con los presentados en otros estudios aleatorizados que ponen de manifiesto cómo el manejo precoz de los pacientes graves, la implementación de protocolos y posiblemente el que haya una mayor presencia de los especialistas en medicina intensiva en el hospital (no solo en la UCI) son medidas eficaces en el manejo de los pacientes graves. Estas medidas mejoran la eficacia del tratamiento en el hospital (reducción en la mortalidad con un NNT en este caso de solo 9), y probablemente también sería una medida coste-efectiva y por tanto capaz de mejorar la eficiencia de los centros hospitalarios. ¿Pasará lo mismo en nuestro medio?.

Federico Gordo Vidal
Fundación Hospital Alcorcón
©REMI, http://remi.uninet.edu. Mayo 2005

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Palabras clave: Shock, Resucitación, Protocolos, UCI, Calidad asistencial.