Revista Electrónica de Medicina Intensiva
Artículo nº 912. Vol 5 nº 11, noviembre 2005

Autor: Encarnación Molina Domínguez

http://remi.uninet.edu/2005/11/REMI0912.htm

Ecocardiografía transesofágica en la resucitación del paciente traumatizado

Artículo original: Burns J, Sing Ronald, Mostafa G, Huynh T, Jacobs D, Miles W, Thomason M. The Role of Transesophageal Echocardiography in optimizing Resuscitation in Acutely Injured Patients. J Trauma 2005; 59: 36-42. [Resumen] [Artículos relacionados]

Introducción: Diversos estudios clínicos han demostrado que puede existir una inadecuada perfusión tisular aunque exista normalización de los parámetros clínicos que valoran el éxito de la resucitación en el paciente crítico. La ecografia transesofagica (ETE) puede ser un método útil en la optimización de la resucitación hemodinámica aguda, pero se desconoce su utilidad para optimizar la precarga durante la resucitación inicial del paciente traumatizado.

Resumen: Los autores analizan retrospectivamente y durante un periodo de dos años los pacientes traumatizados agudos a quienes se les realizó ETE durante la resucitación de shock hemorrágico. La indicación de ETE fue inestabilidad hemodinámica persistente en ausencia de hemorragia quirúrgica. Hubo 25 pacientes a quienes se realizó ETE, de los que 18 (72%) tenían un catéter arterial pulmonar. La media de PCP fue 19,3 mm Hg (rango 12-29), de índice cardiaco 2,9 L/min/m2 (rango 1,6-4,6) y de Sv02 60,9% (rango 52-84%). 11 pacientes (48%) tenían inotropos y/o vasopresores por hipotensión cuando se les realizó la ETE. La media de volumen de resucitación en las 6 horas previas a la ETE fue de 6,5 litros de cristaloides y 12,2 unidades de hemoderivados (plasma y sangre). Hubo 18 pacientes (72%) con hallazgos anormales en ETE, que llevaron a modificar el tratamiento en 16 (64%), y 11 pacientes (61%) tenían signos de hipo o hipervolemia según los hallazgos de la ETE. Comparando los datos de ETE anormal y normal, solo hubo diferencias significativas del IC entre ambos grupos (2,6 frente a 3,9 L/min/m2, p = 0,005). Los cambios terapéuticos incluyeron la administración de un mayor volumen de resucitación (n = 12), la administración de inotropos (n = 4) y la adición de vasodilatadores en un paciente con exceso de precarga ventricular. Se encontró insuficiencia mitral significativa y alteraciones de la contractilidad ventricular en dos pacientes, y no hubo derrame pericárdico significativo en los pacientes estudiados.

Comentario: Este estudio confirma los resultados de otros estudios que señalan que la disfunción ventricular y los grados extremos de hipovolemia o hipervolemia  pueden ser insuficientemente valorados por el clínico usando solo los valores aportados por el catéter de Swan-Ganz. El estudio muestra que los datos aportados por la ETE dan información útil para optimizar la resucitación del paciente traumatizado cuando se compara con los datos aportados por el catéter de Swan-Ganz, conduciendo a modificar el manejo de la resucitación en más del 60% de los pacientes. La ETE ofrece como ventaja añadida la valoración directa de la competencia valvular, la contractilidad miocárdica y la existencia de derrame pericárdico.

Encarnación Molina Domínguez
Hospital San Jaime, Alicante
©REMI, http://remi.uninet.edu. Noviembre 2005.

Palabras clave: Ecocardiografía transesofágica, Resucitación, Precarga, Traumatismos.