Revista Electrónica de Medicina Intensiva
Artículo nº 935. Vol 5 nº 12, diciembre 2005

Autor: Jesús López-Herce Cid

http://remi.uninet.edu/2005/12/REMI0935.htm

Comparación del tubo laríngeo y la mascarilla laríngea en niños

Artículo original: Bortone L, Ingelmo PM, Ninno G, Tosi M, Caffini L, Trenchi J, Mergoni M, Martorana F. Randomized controlled trial comparing the laryngeal tube and the laryngeal mask in pediatric patients. Pediatr Anesth 2005;15. Online Early: doi:10.1111/j.1460-9592.2005.01756.x [Resumen]

Introducción: La mascarilla laríngea es un instrumento fácil de colocar, útil y seguro para el manejo de la vía aérea en el adulto, el niño y el neonato. Sin embargo, la mascarilla laríngea no aísla bien la vía aérea y puede producir distensión gástrica y reflujo gastroesofágico con riesgo de aspiración. El tubo laríngeo tiene dos balones uno orofaríngeo y otro esofágico que permite aislar mejor la vía aérea con menor riesgo de aspiración. En adultos se ha demostrado que ambos instrumentos permiten una buena ventilación y oxigenación, pero no existen estudios previos en niños.

Resumen: Se realizó un estudio prospectivo, aleatorio en 30 niños menores de 10 años sometidos a una cirugía menor comparando la mascarilla laríngea y el tubo laríngeo (15 pacientes en cada grupo). El objetivo principal fue analizar el porcentaje de pacientes en los que se consiguió una ventilación adecuada espontánea o asistida (volumen corriente > 4 ml/kg y saturación > 95 % con FiO2 O,4 y CO2 espirada < 55 mmHg). El objetivo secundario fue estudiar la proporción de pacientes en que se identificaron las cuerdas vocales mediante fibrolaringoscopia. Un solo anestesista introdujo todos los instrumentos. 11 niños con mascarilla laríngea y 2 con tubo laríngeo tuvieron una ventilación adecuada tras la colocación inicial (p < 0,01). Después de la extensión de la cabeza o recolocación del instrumento se logró una ventilación adecuada en los 15 niños con mascarilla laríngea y en 11 con tubo laríngeo (p < 0,01). Las cuerdas vocales se observaron en 11 de los niños con mascarilla laríngea y en ninguno con tubo laríngeo (p < 0,001). No hubo diferencias en la incidencia de complicaciones entre ambos grupos (laringoespasmo: 1 con mascarilla laríngea y 3 con tubo laríngeo, vómitos postoperatorios: 3 con mascarilla laríngea y 1 con tubo laríngeo).

Comentario: a pesar de que el estudio incluyó un número pequeño de pacientes en cada grupo, la mascarilla laríngea fue colocada con éxito con mayor frecuencia y permitió una mejor identificación de las estructuras laríngeas que el tubo laríngeo. Estos resultados coinciden con algunos estudios en adultos en los que la mascarilla laríngea es superior en pacientes con respiración espontánea. Una limitación del estudio es que el anestesista que realizó la inserción era un experto en mascarilla laríngea y solo había colocado 20 tubos laríngeos, con lo que el factor entrenamiento podría haber introducido algún sesgo a favor de la mascarilla laríngea.

Jesús López-Herce Cid
Hospital Gregorio Marañón, Madrid
©REMI, http://remi.uninet.edu. Diciembre 2005

Palabras clave: Tubo laríngeo, Mascarilla laríngea, Pediatría.