Revista Electrónica de Medicina Intensiva
Artículo nº 1050. Vol 6 nº 11, noviembre 2006

Autor: Eduardo Palencia Herrejón

http://remi.uninet.edu/2006/11/REMI1050.htm

Ineficacia del nimodipino en la hemorragia subaracnoidea traumática

Artículo original: Vergouven MD, Vermeulen M, Roos YB. Effect of nimodipine on outcome in patients with traumatic subarachnoid haemorrhage: a systematic review. Lancet Neurol 2006; 5: 1029-1032. [Resumen] [Artículo srelacionados]

Introducción: El nimodipino oral (pero no por vía intravenosa) parece mejorar el resultado neurológico de los pacientes que han sufrido hemorragia subaracnoidea aneurismática (HSAA) [1]. Por su parte, la hemorragia subaracnoidea traumática (HSAT) es un fenómeno frecuente en los pacientes con traumatismo craneoencefálico (TCE), y es un predictor independiente de mortalidad en el TCE. Una revisión de la biblioteca Cochrane actualizada el año 2003 encontró que el nimodipino no modifica el pronóstico en el conjunto de los TCE, pero puede reducir la mortalidad y el desenlace compuesto de mortalidad o discapacidad grave en la HSAT [2], aunque la evidencia fue considerada no concluyente, y el tratamiento se asoció a acontecimientos adversos que pueden contrarrestar el beneficio y resultar perjudiciales en algunos pacientes.

Resumen: Se realizó una revisión sistemática en PubMed y Embase para evaluar la eficacia del nimodipino en la HSAT, encontrándose 4 ensayos clínicos, que incluían un total de 1.074 pacientes. No hubo diferencias entre nimodipino y placebo en los resultados desfavorables, considerados como tales muerte, estado vegetativo o discapacidad grave: 39% con nimodipino y 40% con placebo; OR 0,88; IC 95%: 0,51-1,54. La mortalidad fue del 26% con nimodipino y del 27% con placebo (OR 0,95; IC 95%: 0,71-1,26).

Comentario: Hasta ahora, ningún tratamiento farmacológico ha demostrado eficacia en el TCE; no es sorprendente por tanto que con el nimodipino ocurra lo mismo. Cualquier efecto beneficioso de este fármaco en pacientes con TCE con o sin HSAT asociada podría haberse visto contrarrestado por la aparición de hipotensión y la consiguiente reducción de la presión de perfusión cerebral, efecto que puede ser más acusado o más grave en la HSAT que en la HSAA. En cualquier caso, los ensayos clínicos realizados no han encontrado beneficio, por lo que no se puede recomendar el tratamiento con nimodipino en la HSAT.

Eduardo Palencia Herrejón
Hospital Gregorio Marañón, Madrid
©REMI, http://remi.uninet.edu. Noviembre 2006.

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Palabras clave: Hemorragia subaracnoidea traumática, Nimodipino, Tratamiento.