Revista Electrónica de Medicina Intensiva
Artículo
especial nº 108. Vol 9 nº 9, septiembre 2009
Autores: L. Fdez-Yárritu, P. Olaechea y A. de la Serna.
http://remi.uninet.edu/2009/09/REMIA108.html
Modificaciones en los sistemas de ventilación de boxes para dotarles de presión negativa, con el fin de disminuir el riesgo de transmisión de gripe A al resto de la UCI Creemos que es posible mejorar el aislamiento de pacientes de UCI con gripe A, incluso en aquellas unidades más antiguas que no disponen de presión negativa en cada box, pidiendo a los ingenieros del hospital que revisen el sistema para renovar el aire de las distintas zonas de cada unidad (especialmente los boxes) y así valorar en cada caso la viabilidad y el coste de posibles modificaciones técnicas, destinadas a reducir presión en boxes y, en consecuencia, a reducir la transmisión aérea de patógenos hacia el resto de la UCI. La cercanía entre pacientes de UCI facilita su gestión con una eficacia imposible en caso de dispersión, pero con el coste de promover el intercambio de patógenos entre pacientes y cuidadores, siendo este inconveniente un reto en el que la arquitectura y la ingeniería pueden aportar algunas ayudas que debemos valorar. El aislamiento aéreo exige que los boxes sean individuales, cerrados y con gestión independiente de su aire ambiente, “triple objetivo” al que nuestras UCI deben aspirar mediante planes de modernización, reforma o nueva creación. Respecto del aislamiento aéreo, nuestro desafío frente a la gripe A nos obliga a revisar todas las herramientas disponibles y/o incorporar algunas más, para intentar “bloquear” la salida de patógenos desde el box hacia el resto de la UCI. Manipular los sistemas y/o implantar otros complementarios, variando el caudal de entrada/salida de aire de boxes, puede hacer variar la presión del box, obligando a que su aire fluya o no hacia el resto de la UCI, según convenga. Un simple esquema conceptual puede ayudar a comprender cómo entra y sale el aire de los boxes y cómo manipular dicha circulación para un mejor aislamiento aéreo de los mismos. Caudales de aire mecanizado:
Estos caudales se toman y devuelven al exterior a través de circuitos que incluyen, con mayor o menor versatilidad técnica, impulsores y extractores mecánicos, calentadores o enfriadores, filtros de entrada y salida, etc. Caudales indirectos de aire:
Situaciones de presión en el box:
Los ingenieros deben ayudarnos a que CE sea mayor o menor que CI creando un gradiente de presión entre boxes y resto de UCI, en el sentido que más interese, disponiendo de boxes con presión “a la carta” con CA unidireccional de entrada o salida al box. Existe un método “casero” que permite visualizar este efecto que consiste en liberar humo en la frontera “box-resto de la UCI”. Con presión positiva el humo (que se incluiría en CA) escapa desde el box hacia la UCI. Con presión negativa el humo entra al box buscando la rejilla de su extractor de aire. El movimiento del humo simboliza el funcionamiento unidireccional de esa válvula aérea “invisible” que permite reducir la entrada o salida de patógenos. Asi podemos enfrentar mejor la crisis, manejando la ubicación de pacientes en boxes o grupos de boxes con presión positiva o negativa, protegiendo a los contaminables de los contaminadores mediante estas barreras y adecuando la organización de nuestro espacio asistencial para una mejor sectorización funcional, que contribuya a la protección de pacientes y cuidadores. L. Fdez-Yárritu, P. Olaechea y A. de la Serna. Enlaces:
Palabras clave: Gripe A, Aislamiento, Presión positiva, Presión negativa. |
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