Artículo original: Impact of national
transfusion indicators on appropriate blood usage in critically
ill patients. Leal-Noval SR, Arellano-Orden V, Maestre-Romero A,
Muñoz-Gómez M, Fernández-Cisneros V, Ferrándiz-Milln C, Corcia Y.
Transfusion 2011. [
Resumen]
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Introducción: Más de un tercio de los pacientes críticos
reciben transfusión de hemoderivados durante su estancia en la
UCI, práctica que no está exenta de riesgos y que en no pocos
casos se considera innecesaria. La SEMICYUC incluyó entre sus
indicadores de calidad la proporción de transfusiones inadecuadas
de hematíes, plasma fresco congelado y plaquetas [1]. Estos
indicadores pueden emplearse para detectar prácticas clínicas
alejadas de los estándares de calidad, requisito previo a la toma
de medidas correctoras.
Resumen: Se incluyeron en el estudio 1.808 pacientes
ingresados durante un año en la UCI de un hospital universitario.
El objetivo del estudio era conocer en qué medida las prácticas
transfusionales se adecuaban a los estándares de calidad, y
evaluar el impacto de una campaña educativa para mejorar el
cumplimiento de dichos estándares. Se incluyó en el programa
informático de gestión de la UCI un módulo que señalaba las
indicaciones establecidas de transfusión, y se llevó a cabo una
sesión educativa sobre la cuestión. Los resultados se midieron con
una periodicidad trimestral: preintervención (1º), intervención
(2º) y postintervención (3º y 4º). El 33,3% de los pacientes
recibieron transfusión. La transfusión de hematíes concentrados
fue inadecuada en el 13%, y no mejoró con la campaña educativa. La
transfusión de plasma fresco congelado fue inadecuada en el 74% de
los casos, y no mejoró con la campaña educativa; la transfusión de
plaquetas fue inadecuada en el 57% de los casos, y mejoró
progresivamente en cada trimestre (desde el 64% hasta el 48% de
transfusiones inadecuadas).
Comentario: El estudio muestra cómo la práctica
transfusional se encuentra alejada de los que se consideran
estándares de calidad, lo que en parte puede ser debido a la
insuficiente evidencia en que se basan dichos estándares. La
medición de los indicadores no condujo a un cambio sustancial en
la práctica clínica, debido probablemente a que la campaña
educativa fue de poca intensidad, y porque las recomendaciones no
se apoyan en una evidencia científica suficientemente convincente.
Aunque el estudio fue realizado en un solo centro, sus prácticas
no se alejan de otras publicadas previamente. Hay que destacar la
honestidad de los autores, ya que en este tipo de estudios es
fácil que exista sesgo de publicación, por el que se publican
preferentemente los estudios con resultados más positivos y quedan
sin publicar los de resultados menos favorables.