ISSN: 1578-7710

  El Viaducto
 

 

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Revista Electrónica de Medicina Intensiva
Arte nº 14. Vol 4 nº 2, febrero 2004.
Autor: Beatriz Sánchez Artola

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El Viaducto de Ormaiztegui, de Regoyos

Viaducto de Ormaiztegui, 1896. Óleo sobre lienzo, 60 x 98 cm, colección particular.
(pulse sobre la imagen para obtener una versión ampliada: 52 K, 590x420 pixel)

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Darío de Regoyos parte bien joven de Ribadesella hacia Madrid, donde permanece hasta 1879, cuando decide instalarse en Bruselas, donde fijará su residencia habitual hasta su retorno a España en 1884. Allí y en sus sucesivos viajes a las principales ciudades europeas, entra en contacto con destacados intelectuales y artistas.


Bohemio, curioso y ecléctico, el modernista y moderno Regoyos es ante todo un experimentador nato, que explora con avidez y eficacia cuantas tendencias se ponen ante sus ojos -impresionismo, naturalismo, puntillismo, simbolismo...- y un “activista” del arte, promotor de agrupaciones de renovadores y convirtiéndose él mismo en su obra tardía en un verdadero precursor de las vanguardias pictóricas españolas.

Buscador infatigable de instantáneas, recorrió de punta a punta la geografía española. San Sebastián, Burgos, Toledo, Madrid, Barcelona, Alicante, Almería… De los usos, costumbres y paisajes de todas ellas deja amplia constancia, con las visiones más variadas: oscura, aunque no trágica, en la serie “La España negra”, y amable como en “La Concha, nocturno”, pintoresca y cosmopolita, tradicional e innovadora…

El cuadro “Viaducto de Ormaiztegui” es una de las bellas postales del paisaje vasco pintadas por el asturiano. Una luz suave y ligeramente lánguida aporta un contraste e intensidad cromática a los jugosos verdes, matizados por ocres. El estatismo del entorno, aparentemente inmutable, es apenas perturbado por la marcha majestuosa del signo de los nuevos tiempos y su estela de humo gris y azulada. Dividiendo el espacio, se alza una magnífica estructura de hierro, idealizada en azul.

El ferrocarril, como fuente extraordinaria de progreso y comunicación, tenía por fuerza que ejercer una gran atracción para una mentalidad abierta y nómada como la de Regoyos. La “afición” venía además de familia, pues su padre, Darío, el afamado arquitecto e ingeniero artífice del madrileño barrio de Argüelles, había dirigido las obras de construcción de la vía férrea al paso por Ribadesella. El gusto del pintor por este tema como nuevo elemento poético queda patente en otros cuadros como “El túnel de Pancorbo” y el curioso “Viernes Santo en Castilla”.

Por su parte, el puente de hierro de la línea Madrid-Hendaya situado en el bello pueblo guipuzcoano de Ormaiztegi e inaugurado en 1864, constituye una espléndida obra de arte de la ingeniería del siglo XIX. Su autoría fue atribuida clásicamente a Eiffel, pero algunas evidencias documentales parecen rebatir este dato. Actualmente, se acepta que la empresa adjudicataria de las obras fue M.M. Enest Gouin et cie.,  aunque no está claro quién fue el ingeniero autor del diseño. En 1996, con la finalización de las obras de un nuevo viaducto adyacente, el antiguo quedó fuera de uso para permanecer como monumento emblemático. Sorprendentemente –al igual que sucediera con obras maestras como la mismísima Torre Eiffel- diversos argumentos, fundamentalmente económicos, a punto estuvieron de hacer dar con sus hierros en el desguace a este “resurrecto” de los terribles acontecimientos históricos.

Las dificultades que afrontó Regoyos no fueron pocas: la desigual aceptación de su obra, las enfermedades de sus familiares y su propio padecimiento, un cáncer lingual, que le causó gran sufirimiento en sus días postreros. A pesar de todo ello, no perdió su carácter vitalista y su capacidad de trabajo; continuó pintando y organizando exposiciones. En 1913 viaja a Heildelberg, donde acudió para recabar una segunda opinión de manos de un afamado oncólogo, que le indicó idéntico tratamiento al que había recibido en Barcelona, esto es, radioterapia, que desafortunadamente no pudo evitar su muerte en ese mismo año.

Enlaces:

  • Exposición “La pintura española de la era industrial 1800-1900. Madrid, 1999. Muestra virtual mantenida por la Fundación Arte y Tecnología de Telefónica. http://www.telefonica.es/fat/bienvenida.html
  • Ormaiztegui. http://www.paisvasco.net/gipuzkoa/ormaiztegi.html
  • Javier Tusell, Juan San Nicolás Santamaría. Darío de Regoyos: impresiones del Norte. Madrid: Fundación Santillana, 2000.
  • Valeriano Bozal, Iñaki Moreno Ruiz de Eguino, Juan San Nicolás. Darío de Regoyos 1857-1913. Madrid: Fundación Cultural Mapfre Vida, 2002.

Beatriz Sánchez Artola
©REMI, http://remi.uninet.edu, febrero 2004

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última modificación: 01/07/2007