ISSN: 1578-7710

  Caso 3: pregunta 7
 

 

   REMI está dirigida exclusivamente a profesionales de la salud

Primera página
Organigrama

Política de privacidad
Derechos de copia

Secciones:
Enlaces
Club de lectura
Pautas de actuación
Debates
Casos clínicos
Arte y Medicina

Revista:
REMI 2001, Vol 1
REMI 2002, Vol 2
REMI 2003; Vol 3
REMI 2004; Vol 4
REMI 2005; Vol 5
REMI 2006; Vol 6
REMI 2007; Vol 7
Buscar

 

Auspiciada por la

 

Web Médica Acreditada. Ver más información

 

REMI suscribe los principios del código HON de la Fundación Salud en la Red
REMI suscribe los principios del código HON
Compruébelo aquí

 

 

 

Revista Electrónica de Medicina Intensiva
Caso nº 3. Vol 3 nº 4, abril 2003.
Autor: Eduardo Palencia Herrejón

Arriba ]

Anterior ]


Papel de la hipotermia tras el paro cardiaco

Pregunta nº 7: ¿cuál es el papel de la hipotermia tras la resucitación cardiopulmonar?

  1. La hipotermia moderada está indicada en los pacientes resucitados tras sufrir fibrilación ventricular o taquicardia ventricular sin pulso que permanecen en coma

  2. La hipotermia moderada está indicada en todos los casos de paro cardiaco que permanecen en coma, independientemente del ritmo encontrado inicialmente

  3. La hipotermia debe considerarse todavía un tratamiento experimental

  4. Los riesgos de la hipotermia contrarrestan su posible efecto beneficioso

La respuesta correcta es (a): la hipotermia moderada está indicada en los pacientes resucitados tras sufrir fibrilación ventricular o taquicardia ventricular sin pulso que permanecen en coma.

Tras la restauración de la circulación espontánea, un porcentaje elevado de enfermos quedan con encefalopatía anóxica de grado variable, siendo mayoría los que no llegan a recuperar en toda su integridad la función neurológica. Se han ensayado distintos métodos farmacológicos y físicos para mejorar la recuperación neurológica de los pacientes que permanecen en coma inmediatamente después del paro cardiaco. Entre las medidas que no han demostrado eficacia se encuentran la administración de barbitúricos, calcioantagonistas y anti-inflamatorios, así como la inducción de hipertensión o la denominada "resucitación hipoxémica".

Recientemente se ha encontrado en dos ensayos clínicos controlados que la inducción de hipotermia moderada mejora la recuperación neurológica en un subgrupo de pacientes recuperados tras sufrir paro cardiaco, los que son encontrados en fibrilación ventricular o taquicardia ventricular sin pulso (1-4).

El principal de dichos estudios (1, 2), realizado en Europa, incluyó 275 pacientes que habían presentado paro cardiaco presenciado por fibrilación o taquicardia ventricular, excluyéndose del mismo los enfermos que presentaban hipotensión profunda y mantenida o hipoxemia mantenida después de la resucitación. En este estudio se encontró que la instauración de hipotermia moderada manteniendo una temperatura de 33ºC durante 24 horas consiguió un resultado neurológico favorable a los seis meses en el 55% de los tratados, frente a un 39% en los controles (reducción del riesgo absoluto 16%; reducción del riesgo relativo 40%; IC 95%: 8-81%), y una reducción de la mortalidad a los seis meses (41% vs. 55%; RRA 14%; RRR 74%; IC 95%: 58-95%).

En el segundo de los estudios (3, 4), llevado a cabo en Australia, se incluyeron 77 enfermos recuperados de paro cardiaco ocurrido fuera del hospital y encontrados en fibrilación ventricular (con exclusión de los que permanecieron en shock después de la resucitación), y fueron asignados de forma pseudoaleatoria (según el día del mes) a recibir tratamiento estándar o hipotermia moderada (33ºC), iniciada durante el traslado al hospital y mantenida durante doce horas. Tuvieron una buena recuperación el 49% de los que recibieron hipotermia y el 26% de los tratados en normotermia (p= 0,046).

Basándose en ambos estudios, se recomienda la inducción de hipotermia moderada, (temperatura de 33 ± 1ºC) tan pronto como sea factible, incluso antes del ingreso en el hospital, y en todo caso en las primeras cuatro horas tras la recuperación del pulso, en los enfermos que han sufrido paro cardiaco por fibrilación ventricular o taquicardia ventricular sin pulso y permanecen en coma tras la resucitación.

La hipotermia se puede inducir mediante métodos de enfriamiento externo o interno, y se debe mantener durante al menos 12 horas y preferiblemente hasta 24 horas una vez alcanzada la temperatura deseada; durante la inducción y el mantenimiento de la hipotermia es necesario mantener sedoanalgesia profunda y bloqueo neuromuscular, y transcurridas 24 horas se interrumpe el enfriamiento activo y se permite el calentamiento pasivo y lo más lento posible del enfermo, retirándose primero el tratamiento con bloqueantes neuromusculares mientras no existan escalofríos, y posteriormente la sedoanalgesia (habitualmente con una asociación de opiáceos y benzodiacepinas o propofol).

La eficacia y seguridad de la hipotermia no ha sido probada en los enfermos que han sufrido paro cardiaco cuando el primer ritmo eléctrico encontrado es asistolia o actividad eléctrica sin pulso. Aunque se requieren nuevos estudios en estos pacientes, la evidencia disponible permite suponer el mismo efecto beneficioso de la hipotermia moderada sobre la recuperación neurológica de estos pacientes, por lo que también en ellos se debe valorar la aplicación de la hipotermia.

Por otra parte, es necesario resaltar que la hipotermia no es un tratamiento exento de riesgos. La hipotermia inducida puede predisponer a la aparición de trastornos hidroelectrolíticos (deplección de agua y sal, hipopotasemia, hipofosfatemia e hipomagnesemia), hipotensión, arritmias, infecciones y alteraciones de la coagulación, por lo que su práctica se llevará a cabo siguiendo protocolos estrictos de manejo de los enfermos.

En todos los ensayos clínicos en que se ha utilizado la hipotermia en el paro cardiaco, ésta se ha inducido mediante métodos de enfriamiento externo, que se consideran el estándar de tratamiento. Existe evidencia más limitada de la eficacia y seguridad de los métodos de enfriamiento interno; las ventajas e inconvenientes relativos de unos y otros métodos deberán aclararse en el futuro.

Enlaces:

  1. The Hypothermia after Cardiac Arrest Study Group. Mild therapeutic hypothermia to improve the neurologic outcome after cardiac arrest. N Engl J Med; 346: 549-556. [Resumen Medline]

  2. Palencia E. La hipotermia mejora el pronóstico tras sufrir paro cardiaco. [REMI 2002; 2 (2): 315]

  3. Bernard SA, Gray TW, Buist MD, Jones BM, Silvester W, Gutteridge G, Smith K. Treatment of comatose survivors of out-of-hospital cardiac arrest with induced hypothermia. N Engl J Med 2002; 346: 557-563. [Resumen Medline]

  4. Palencia E. Tratamiento con hipotermia en supervivientes de paro cardiaco extrahospitalario. [REMI 2002; 2 (2): 316]

Eduardo Palencia Herrejón
Servicio de Medicina Intensiva
Hospital Gregorio Marañón, Madrid
©REMI, http://remi.uninet.edu. Abril 2003.

Busque en REMI con Google:

Envía tu comentario para su publicación


© REMI, http:// remi.uninet.edu 
© REMI-L

 
webmaster: remi@uninet.edu
última modificación: 01/07/2007