| 
        
      ¿Es el hospital el peor restaurante de la ciudad? 
      [Versión para imprimir] 
      
      Artículo 
      original: Dupertuis 
      YM, Kossovsky MP, Kyle UG, Raguso CA, Genton L, Pichard C. Food intake 
      in 1707 hospitalised patients: a prospective 
      comprehensive hospital survey. Clin Nutr 2003; 22: 115-123. 
      Introducción: La 
      mayoría de los pacientes ingresados en un hospital son capaces de llevar a 
      cabo una ingesta alimentaria para hacer frente a sus necesidades 
      nutricionales. La dietética hospitalaria lleva a cabo una encomiable labor 
      en la confección del código de dietas del hospital con el fin de que la 
      comida ofertada a los enfermos se encuentre adaptada en cada caso tanto a 
      la condición patológica como a las necesidades energético-proteicas, 
      teniendo en cuenta, incluso, factores culturales en la elaboración y en la 
      presentación de los platos. A pesar de esos esfuerzos, son varios los 
      estudios que muestran que los pacientes dependientes del “menú 
      hospitalario” pueden llegar a encontrarse en una situación de desnutrición 
      debido distintos factores que pueden conducir a una insuficiente ingesta de 
      nutrientes. 
      Resumen: En un 
      estudio observacional llevado a cabo en un único centro en Suiza, un 
      equipo de 48 dietistas analizó prospectivamente las calorías y las 
      proteínas aportadas por la comida hospitalaria en los pacientes que 
      recibían un menú completo (tres comidas al día), calculándose lo que 
      realmente habían ingerido los pacientes. La comida ofrecida contenía un 
      exceso de calorías y de proteínas del 41% y el 15% respectivamente, sobre 
      los requerimientos medios calculados. Como media, los pacientes 
      ingirieron el 76% de las calorías y el 73% de las proteínas ofertadas 
      diariamente en el menú. El 69% de los enfermos no ingirieron lo suficiente 
      para cumplir sus requerimientos teóricos. Los factores que contribuyeron a 
      la baja ingesta alimenticia fueron detectados mediante una encuesta 
      estructurada que se llevó a cabo en cada paciente. Mediante ella se 
      apreció que la propia enfermedad fue la principal responsable de la 
      “inapetencia” en el 41% de los casos. En el 59% de las ocasiones la “falta 
      de apetito” se relacionó con otros factores como la estancia prolongada, 
      las restricciones dietéticas, el horario inadecuado o el “entorno 
      culinario”. Los autores sugieren, finalmente, algunas modificaciones 
      dirigidas a incrementar la ingesta de los pacientes. 
      Comentario: Aunque 
      la incidencia de nutrición artificial en pacientes críticos es elevada, 
      existen también pacientes que dependen exclusivamente del “menú 
      hospitalario” para suplir sus requerimientos. En cualquier caso, es 
      responsabilidad de todo el equipo sanitario que atiende al paciente el 
      detectar las desviaciones de la ingesta dietética sobre los planes 
      previstos y colaborar en la corrección de las mismas. Esto es fundamental  
      si se quiere evitar que los pacientes ingresados se desnutran a pesar de 
      “comer” el menú hospitalario, teóricamente dirigido a contribuir a la 
      curación de su enfermedad. 
      Juan Carlos Montejo González 
      ©REMI, 
      
      http://remi.uninet.edu.
      Julio 2003. 
      Enlaces: 
      
      
      Palabras clave: 
      Nutrición hospitalaria, Requerimientos energéticos, Malnutrición.  
      Busque en REMI con Google: 
  
 
      Envía tu comentario para su
      publicación  |