ISSN: 1578-7710

  La Madona de Loreto
 

 

   REMI está dirigida exclusivamente a profesionales de la salud

Primera página
Organigrama

Política de privacidad
Derechos de copia

Secciones:
Enlaces
Club de lectura
Pautas de actuación
Debates
Casos clínicos
Arte y Medicina

Revista:
REMI 2001, Vol 1
REMI 2002, Vol 2
REMI 2003; Vol 3
REMI 2004; Vol 4
REMI 2005; Vol 5
REMI 2006; Vol 6
REMI 2007; Vol 7
Buscar

 

Auspiciada por la

 

Web Médica Acreditada. Ver más información

 

REMI suscribe los principios del código HON de la Fundación Salud en la Red
REMI suscribe los principios del código HON
Compruébelo aquí

 

 

 

Revista Electrónica de Medicina Intensiva
Arte nº 23. Vol 6 nº 12, diciembre 2006.
Autor: Beatriz Sánchez Artola

Arriba ]

Siguiente ]


La Madona de Loreto, de Caravaggio
Capilla Cavalletti, Iglesia de San Agustín, Roma. Óleo sobre lienzo (260 × 150 cm), 1603-1606.

 

Caravaggio en sus lienzos permanece fiel a su intención de reinterpretar las escenas religiosas aportando aspectos novedosos, realistas y a menudo críticos que no son bien aceptados por un sector de sus contemporáneos, especialmente por el universo eclesiástico. Esta bella madona, encargada para la capilla de los Cavalletti dedicada a la Virgen de Loreto, no fue ajena a esta tendencia, si bien sí fue aclamada por la mayoría de los ciudadanos. Uno de los detalles más censurados fue la exposición en primer plano de la absoluta indigencia de los adoradores; los pies descalzos y sucios del hombre y el paño raído que cubre el cabello de la peregrina irritaron sobremanera a parte de la población romana que no toleraba la proliferación de mendigos en sus calles y que vio en esta representación un alarde exhibicionista indecoroso.

También decide sustraerse, como lo hiciera en el siglo anterior Rafael, a la tradición loretiana de la “casa voladora” (sostenida por ángeles) que para el artista suponía un despropósito. En lugar de ello, dibuja a una mujer tangible, lo suficientemente corpórea como para que su sombra se proyecte en los decadentes muros, que con los pies desnudos sale a recibir a sus visitantes y se apoya en la entrada de la casa con el niño en brazos en una postura casi natural. Este genio de la luz y los volúmenes no recurrió al abuso iconográfico (casi se diría que se ve forzado por las circunstancias a dejar un único símbolo en cada obra que evite su rechazo), ni necesitó decorados grandilocuentes, de hecho suele obviar el entorno,  para dar a cada una de sus figuras su singularidad.

Feliz Navidad o días de descanso y reencuentro a todos.

Beatriz Sánchez Artola
Hospital Gómez Ulla, Madrid
©REMI, http://remi.uninet.edu. Diciembre 2006.

Enlaces:

Envía tu comentario para su publicación
 


© REMI, http:// remi.uninet.edu 
© REMI-L

 
webmaster: remi@uninet.edu
última modificación: 01/07/2007