Analgesia con morfina nebulizada en el dolor
torácico postraumático agudo
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Artículo original:
Fulda GJ, Giberson F, Fagraeus L Prospective randomized trial of nebulized
morphine compared with patient-controlled analgesia morphine in the
management of acute thoracic pain. J Trauma
2005; 59: 383-390. [Resumen]
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Introducción:
El tratamiento del dolor es una prioridad en el manejo del traumatismo
torácico porque disminuye la morbilidad y mejora el confort de los
pacientes. La analgesia se obtiene habitualmente en el dolor torácico
agudo mediante la administración de opiáceos por vías sistémica y epidural. Los opiáceos en nebulización pueden ser eficaces en disminuir el
dolor de los pacientes con cáncer terminal, en la patología crónica pulmonar
avanzada, enfermedad cardiaca y postoperatorio de cirugía abdominal. Sin
embargo se desconoce la eficacia de la morfina nebulizada en el tratamiento
del traumatismo torácico.
Resumen:
Los autores realizan un estudio prospectivo doble ciego y aleatorizado en
pacientes con dolor torácico secundario a traumatismo torácico. Se excluyen
las pacientes embarazadas, lactantes, menores de 18 años, alérgicos a
opiáceos y pacientes con otras lesiones asociadas. Se valoraron previamente:
capacidad vital, FEV1, pulsioxiometría, tensión
arterial y frecuencia cardiaca. Todos los pacientes recibieron una dosis de
carga
inicial de sulfato de morfina de 0,07 mgr/kg
por vía intravenosa. Se establecieron dos grupos: los del grupo I recibieron perfusión
intravenosa continua de morfina 1 mgr/hora y suero salino en nebulizador cada
4 horas, y el grupo II recibió suero salino 0,9% por vía sistémica y morfina
en
nebulizador (8 mgr/ml, volumen máximo de 3 ml) cada 4 horas. La sedación se
valoró usando la escala de Ramsay (rango 0-4) y el dolor con una escala
analógica visual (VAS: 0= no dolor, 10 el máximo). Un VAS
menor o igual a 4 fue considerado óptimo. Si el dolor no se controlaba se
administraba morfina adicional sistémica o inhalada cada 30 minutos según lo
asignado en el grupo de estudio. Hubo 22 pacientes en cada grupo. La dosis
media de
morfina cada 4 horas fue de 12 ± 3,4 mgr en el grupo II y 6,2 ± 4,7 en el
grupo I (p< 0,001). Los pacientes del grupo II tenían menor frecuencia
cardiaca comparada con el grupo I (79 frente a 92 lpm; p< 0,001) y
menor sedación (0,33 frente a 0,56 puntos
Ramsay; p= 0,03). La media en la escala de
dolor fue 3,4 ± 1,8 en el grupo II y 3,8 ± 2,7 en el grupo I (p=0,2). No hubo diferencias entre los dos grupos repecto a la presión
arterial, frecuencia respiratoria, volúmenes pulmonares y pulsioximetría.
Comentario:
El estudio demuestra que la morfina nebulizada es eficaz para controlar el
dolor torácico postraumático sin alterar la mecánica pulmonar y con menor
efecto sedante que cuando se administra por vía intravenosa. No hubo ningún
paciente refractario al tratamiento. Sin embargo, solo se puede concluir que
la morfina nebulizada es eficaz para controlar el dolor torácico agudo, pero
no se demuestra que sea de elección, ya que requiere la colaboración del
paciente, aumenta la carga de trabajo del personal de enfermería y los
efectos secundarios no están suficientemente analizados al ser la muestra
pequeña, por lo que se requieren nuevos estudios que evalúen el papel de la
morfina nebulizada en el control del dolor torácico agudo.
Encarnación Molina Domínguez
Hospital Nuestra Señora de Alarcos, Ciudad Real
©REMI, http://remi.uninet.edu.
Enero
2006.
Palabras clave:
Traumatismo torácico, Analgesia, Morfina inhalada.
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