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       Revista
      Electrónica de Medicina Intensiva 
      Artículo nº C19. Vol 4 nº 11, noviembre 2004. 
      Autores: Juan Carlos Montejo González, Abelardo García de Lorenzo y 
      Mateos 
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       Las prioridades en el tratamiento del 
      paciente séptico no incluyen inicialmente a los diferentes aspectos del 
      soporte metabólico y nutricional. Otros objetivos (como la estabilización 
      hemodinámica, el soporte ventilatorio y la investigación del foco séptico) 
      son los que requieren la atención en las fases iniciales del tratamiento. 
      No obstante, ha de tenerse en cuenta que la sepsis produce una alteración 
      metabólica importante tanto desde el punto de vista cuantitativo como 
      cualitativo, lo que obliga a considerar al soporte metabólico como un 
      objetivo terapéutico en estos pacientes una vez estabilizada la situación 
      de riesgo vital inminente. 
      En los últimos años han sido 
      importantes las investigaciones dirigidas a valorar el tratamiento 
      nutricional en los pacientes con sepsis y las repercusiones del empleo de 
      nuevos substratos nutricionales. Estas investigaciones han señalado que el 
      diseño del soporte nutricional, con independencia de su aspecto “alimentario”, 
      puede jugar un papel importante en la recuperación de los pacientes en 
      situación séptica a través de la modificación de los mecanismos de 
      “cicatrización” y también de la respuesta inflamatoria y de la defensa 
      inmune. 
      Los objetivos del soporte metabólico y 
      nutricional en la sepsis serían los de evitar la desnutrición y sus 
      consecuencias en las funciones del organismo, proveer el aporte adecuado 
      de nutrientes para contrarrestar las alteraciones metabólicas, prevenir el 
      desarrollo de complicaciones secundarias como el fracaso multiorgánico y 
      la sobreinfección y, en definitiva, contribuir a la recuperación del 
      organismo que ha sufrido el proceso séptico. 
      
        
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          2. Cambios 
          metabólicos en los pacientes con sepsis | 
         
       
      
          
          2.1 Gasto energético 
      Los pacientes sépticos se encuentran en 
      situación hipermetabólica (con aumento del gasto energético) e 
      hipercatabólica (con la degradación proteica incrementada). Esta situación 
      es la que se describe clásicamente y ha sido denominada “autocanibalismo 
      séptico” por algunos autores. La persistencia de ambas circunstancias (hipercatabolismo 
      e hipermetabolismo) puede llevar a los pacientes a una situación de 
      “desnutrición aguda postagresiva” en un corto espacio de tiempo (días), si 
      no se toman las medidas adecuadas. Las repercusiones de estos cambios 
      dependerán, lógicamente, de otros factores como el estado nutricional 
      previo y la gravedad del proceso infeccioso. 
      Los estudios realizados con 
      calorimetría indirecta en enfermos sépticos indican que el incremento del 
      gasto energético es muy variable y depende tanto de la gravedad del 
      proceso séptico, como de la fase evolutiva del mismo o de otros factores 
      entre los que se encuentran las medidas terapéuticas aplicadas (sedantes, 
      catecolaminas, soporte nutricional). Habitualmente el gasto energético 
      aumenta, y ese aumento viene a suponer el 30-40 % sobre lo que sería el 
      gasto energético basal del individuo en condiciones de salud. No obstante, 
      algunos autores han señalado que existe una relación inversa en los 
      pacientes sépticos entre el nivel de gravedad  valorado por el APACHE II y 
      el gasto energético medido por calorimetría indirecta. Los motivos de esta 
      discrepancia no han sido aclarados, especulándose que algunos de los 
      mediadores lesionales tienen efectos inhibidores del metabolismo y que, en 
      caso de predominio de éstos, la respuesta predominante sería la de un 
      descenso en el gasto energético. En el otro extremo, también se ha 
      descrito que el gasto energético de los pacientes sépticos aumenta durante 
      la fase de recuperación una vez transcurridos los días iniciales del 
      proceso. 
      
          
          2.2 Metabolismo 
      de los substratos 
      Los cambios en el metabolismo proteico 
      no afectan por igual a todos los aminoácidos. Existe un incremento en la 
      degradación y/o el consumo de algunos de ellos, como los aminoácidos 
      ramificados y la glutamina, que puede dar lugar a situaciones de déficit. 
      Según la importancia de las funciones metabólicas de cada aminoácido 
      podrán apreciarse efectos relacionados que sólo serán corregidos con el 
      aporte exógeno de los aminoácidos implicados. 
      La hiperglucemia es una característica 
      que acompaña a la gran mayoría de los pacientes sépticos. Está originada 
      por una situación de incremento de la producción de glucosa (glucogenolisis 
      y neoglucogenesis) en un entorno de “resistencia a la insulina” de origen 
      multifactorial: hormonas contrareguladoras (Tabla I) e intervención de los 
      diferentes mediadores lesionales (como IL-1, TNF-alfa o IL-6). La 
      hiperglucemia es un marcador muy fiable de la situación metabólica, hasta 
      el punto de que la magnitud de la misma sirve para valorar el grado de 
      estrés metabólico. 
      
  
    
      | 
         Tabla I: 
      
        Efectos hormonales en el metabolismo del estrés 
       | 
     
      
      
    
      |   | 
     
    
      | Hormona | 
      
      Acción | 
      
      Efecto | 
     
    
      | Catecolaminas | 
      
      Glucogenolisis 
      Neoglucogénesis 
      Lipólisis 
      Liberación de insulina | 
      
      Aumenta 
      Aumenta 
      Aumenta 
      Disminuye | 
     
    
      | Glucagón | 
      
      Glucogenolisis 
      Neoglucogénesis 
      Cetogénesis | 
      
      Aumenta 
      Aumenta 
      Aumenta | 
     
    
      | Glucocorticoides | 
      
      Neoglucogénesis 
      Respuesta a las catecolaminas 
      Resistencia a la insulina | 
      
      Aumenta 
      Aumenta 
      Aumenta | 
     
    
      | Hormona del 
      crecimiento | 
      
      Neoglucogénesis 
      Lipólisis 
      Resistencia a la insulina | 
      
      Aumenta 
      Aumenta 
      Aumenta | 
     
    
      | 
        | 
     
  
 
      
      La presencia de hipoglucemia indica una 
      situación de fracaso metabólico en la que la insuficiencia hepática juega 
      un papel primordial. 
      El incremento de la degradación 
      lipídica (lipólisis) es el principal componente de la respuesta en lo que 
      respecta al metabolismo de las grasas. Es también secundario al efecto de 
      las hormonas contrareguladoras (Tabla I). Su consecuencia es el aumento en 
      los ácidos grasos libres y en el glicerol circulantes, con el objetivo de 
      intervenir en los ciclos neoglucogénicos y aumentar la disponibilidad 
      calórica en el entorno de incremento del gasto energético. La oxidación de 
      las grasas está también incrementada, pero en menor medida que la 
      lipólisis, lo que significa que el aclaramiento plasmático de triglicéridos 
      se encuentra disminuido. Según investigaciones recientes, los cambios en 
      el metabolismo lipídico podrían también ser englobados dentro de los 
      mecanismos de defensa ante la infección a través de su interacción con los 
      lipopolisacáridos bacterianos y la modulación de la respuesta del endotelio vascular. 
      Cabe recordar que también se objetiva hipocolesterolemia que puede tener 
      trascendencia pronóstica. 
      
        
          | 
          
          3. Vía 
          de acceso para el soporte nutricional | 
         
       
      Como en otros pacientes, en los 
      pacientes sépticos es igualmente aplicable el principio de que la 
      alimentación por vía enteral es preferible a la nutrición parenteral. La 
      nutrición parenteral sólo debería ser empleada en casos de 
      contraindicación absoluta para la administración de nutrientes por vía 
      enteral o tras comprobar la ausencia de tolerancia a la misma o su 
      incapacidad para el aporte adecuado de los requerimientos metabólicos. 
      En la literatura científica se 
      encuentra abundante información acerca de las ventajas que presentan los 
      pacientes tratados con nutrición enteral en comparación con los que 
      reciben nutrición parenteral. Entre ellas cabe destacar la disminución de 
      complicaciones infecciosas y otros efectos evolutivos  como el descenso en 
      el tiempo de hospitalización. 
      Aunque es cierto que muchas situaciones 
      sépticas son de origen abdominal, ello no debería obligar a contraindicar 
      sistemáticamente la nutrición enteral. La indicación y el empleo adecuados 
      de vías de acceso al tubo digestivo diferentes a la sonda nasogástrica (como 
      el catéter de yeyunostomía o la sonda transpilórica) permite en muchas 
      ocasiones que los pacientes sean tratados con nutrición enteral. 
      No obstante, a pesar de la “intención 
      de tratar” con nutrición enteral, existen una serie de circunstancias que 
      condicionan la eficacia del aporte de nutrientes por vía digestiva  en los 
      pacientes sépticos. Aparte de los problemas de tolerancia, comunes en los 
      pacientes graves, condicionados en muchas ocasiones por la existencia de 
      hipoperfusión intestinal, existen datos que sugieren una afectación 
      funcional en el manejo de substratos en la luz intestinal: disminución del 
      transporte transluminal de substratos, especialmente aminoácidos. No 
      obstante, otros autores han investigado los efectos de la nutrición 
      enteral transpilórica sobre la hemodinámica del territorio esplácnico en 
      pacientes sépticos, y han podido apreciar un incremento en el flujo 
      sanguíneo entero-hepático en respuesta a la infusión de nutrientes, lo que 
      permite concluir que la respuesta fisiológica a la infusión enteral de 
      nutrientes se encuentra preservada incluso en casos de sepsis grave que 
      requiere soporte con fármacos vasoactivos. 
      Desde un punto de vista práctico, los 
      problemas de tolerancia a la dieta y las dudas sobre la indicación o la 
      eficacia de la nutrición enteral, obligan al empleo conjunto de nutrición 
      enteral y nutrición parenteral en muchos pacientes durante la fase aguda 
      del proceso séptico. Este soporte nutricional mixto es imprescindible para 
      garantizar el aporte de los requerimientos metabólicos y nutricionales en 
      estos casos. 
      
        
          | 
          
          4. Requerimientos 
          metabólicos y nutricionales | 
         
       
      El conocimiento de los cambios 
      metabólicos que tienen lugar en la sepsis obliga a la adaptación del 
      régimen de soporte nutricional para obtener el máximo beneficio y, al 
      mismo tiempo, evitar los riesgos derivados de un inadecuado soporte de 
      nutrientes. 
      Como regla general puede decirse que el 
      exceso de nutrientes debe ser evitado y, al mismo tiempo, debe prestarse 
      especial atención a la composición de la mezcla nutricional, considerando 
      la inclusión de nutrientes específicos. 
      
      
      4.1 Cantidad de nutrientes 
      
      
      La calorimetría indirecta es el método 
      más adecuado para la valoración de los requerimientos energéticos en los 
      pacientes con sepsis. No obstante, habitualmente no se encuentra 
      disponible, por lo que debe recurrirse a otros métodos de estimación. 
      Una manera adecuada de calcular los 
      requerimientos energéticos es la de utilizar una tabla que contemple el 
      aporte en función del nivel de estrés metabólico. (Tablas II y III). 
      
  
    
      | 
         Tabla II: Valoración del nivel de 
        estrés metabólico* 
       | 
     
      
    
      |   | 
     
    
      |   | 
      
      Grado de estrés | 
     
    
      |   | 
      
      1 | 
      
      2 | 
      
      3 | 
     
    
      | Eliminación 
      de N (g/día) | 
      
      5-10 | 
      
      10-15 | 
      
      > 15 | 
     
    
      | Glucemia (mg/dl) | 
      
      125 
          ± 25 | 
      
      
      150 
          ± 50 | 
      
      
      200 
          ± 50 | 
     
    
      | VO2I 
      (ml/min/m2)** | 
      
      
      130 
          ± 10 | 
      
      
      140 
          ± 10 | 
      
      
      160 
          ± 10 | 
     
    
      | Resistencia a insulina | 
      
      No | 
      
      Sí/No | 
      
      Sí | 
     
    
      | Cociente 
      respiratorio | 
      
      0,85 | 
      
      0,85 | 
      
      0,85-1 | 
     
    
      
       
      * Grupo de trabajo de Metabolismo y Nutrición de la SEMICYUC 
      
      ** VO2I = Índice de consumo de oxígeno | 
     
  
 
      
      Puede también simplificarse el cálculo 
      de los requerimientos utilizando una cantidad fija de aporte energético 
      total, que estaría comprendida entre 25 y 30 Kcal/Kg de peso/día. Con esta 
      cifra se cubren las necesidades energéticas de la mayoría de los pacientes 
      y se evita la hipernutrición. 
      
  
    
      | 
         Tabla III: Recomendaciones 
        nutricionales en función del grado de estrés metabólico* 
       | 
     
      
    
      |   | 
     
    
      |   | 
      
      Grado de estrés | 
     
    
      |   | 
      
      1 | 
      
      2 | 
      
      3 | 
     
    
      | Aminoácidos (g/kg/día) | 
      
      1,1-1,3 | 
      
      1,3-1,5 | 
      
      1,5-1,8 | 
     
    
      | Relación Kcal/g N | 
      
      130:1 | 
      
      110:1 | 
      
      80-100:1 | 
     
    
      
       
      * Grupo de trabajo de Metabolismo y Nutrición de la SEMICYUC 
      ** Kcal no proteicas por gramo de nitrógeno | 
     
  
 
      
      Lo que puede ser incorrecto es la 
      utilización de múltiples factores de ajuste (que consideran la temperatura 
      corporal, el grado de actividad, etc…) sobre la fórmula de Harris-Benedict, 
      tal y como puede encontrarse todavía en algunas publicaciones. El factor 
      de corrección obtenido, si se toman en cuenta estas antiguas 
      recomendaciones, puede llegar a ser superior a 2,0 y resultaría en un 
      aporte hipercalórico, perjudicial en estos pacientes. Si se desea recurrir 
      al cálculo del gasto energético basal mediante esta fórmula de HB, es 
      aconsejable  que el resultado de la misma se multiplique por un factor de 
      corrección de 1,3-1,4 (no superior) para obtener las necesidades 
      energéticas del paciente. 
      
          
          4.2 Calidad 
      de nutrientes. Farmaconutrientes 
      Debido a las características de la 
      respuesta metabólica, el aporte de nutrientes debe ser alto en proteínas (hiperproteico) 
      y mixto (hidratos de carbono y lípidos conjuntamente) en lo que se refiere 
      a las calorías no proteicas. Ambas características son aplicables tanto a 
      la nutrición parenteral como a la nutrición enteral. 
      El empleo de lípidos permite reducir el 
      aporte de glucosa y disminuye, por tanto, la presencia de hiperglucemia y 
      sus complicaciones derivadas. No obstante, las alteraciones en el 
      metabolismo lipídico de los pacientes sépticos aconsejan moderar la 
      cantidad aportada, especialmente en la nutrición parenteral. El límite 
      recomendable es el de 1,5 gr/kg/día. 
      Como ya se ha indicado, las 
      investigaciones de los últimos años indican que debe prestarse especial 
      atención a la calidad de los substratos nutricionales aportados a los 
      pacientes sépticos, ya que de ello pueden derivarse beneficios que 
      sobrepasan el mero soporte nutricional. En la actualidad de han 
      identificado varios substratos (Tabla IV) que tienen la característica 
      común de ayudar a la recuperación del organismo lesionado. Ello se lleva a 
      cabo a través de diferentes vías como el incremento de la síntesis 
      proteica, los procesos de cicatrización, la respuesta inflamatoria o los 
      mecanismos de defensa tanto locales (epitelio respiratorio, mucosa 
      intestinal) como sistémicos. Estos substratos, de los que puede decirse 
      que se comportan como fármacos, han sido denominados por ello 
      “substratos-fármaco” o “fármaconutrientes”. Su inclusión dentro de la 
      pauta nutricional se denomina “fármaconutrición”, término que parece más 
      adecuado que el de “inmunonutrición”, ya que expresa con más amplitud el 
      mismo concepto. Dentro de la lista de fármaconutrientes, hay que destacar 
      algunos de ellos, como los aminoácidos de cadena ramificada, la arginina, 
      la glutamina, los substratos lipídicos y los micronutrientes. 
      
  
    
      | 
         Tabla IV: Sustratos que pueden ser considerados 
        fármaconutrientes 
       | 
     
      
    
      |   | 
     
    
      | Hidratos de 
      carbono | 
      
      Xylitol, glicerol | 
     
    
      | Grasas | 
      
      Triglicéridos de cadena media, triglicéridos de cadena corta, ácidos 
      grasos omega-3, omega-6 y omega-9 | 
     
    
      | Sustancias 
      nitrogenadas | 
      
      Aminoácidos de cadena ramificada, arginina, glutamina, nucleótidos, 
      cisteína, creatina, glicina, taurina | 
     
    
      | Vitaminas | 
      
      C, E, A, betacaroteno | 
     
    
      | 
      Oligoelementos | 
      
      Zn, Cu, Se | 
     
    
      | 
        | 
     
  
 
      
      
      
      Aminoácidos de cadena ramificada 
      
      El empleo de soluciones enriquecidas en 
      aminoácidos de cadena ramificada (valina, leucina, isoleucina) en la 
      nutrición parenteral de enfermos sépticos ha demostrado una reducción 
      significativa de la mortalidad en comparación con soluciones de 
      aminoácidos estándar. El efecto puede estar relacionado con las acciones 
      propias de los aminoácidos ramificados (incremento de la síntesis proteica, 
      reducción del catabolismo) o con el aumento de otros aminoácidos 
      “fármaconutrientes” (glutamina y arginina) resultante de la activación de 
      diferentes vías metabólicas. 
      
      Arginina 
      
      La arginina, un substrato esencial en 
      la síntesis del óxido nítrico,  es también un aminoácido que presenta efectos 
      anabólicos e inmunoestimuladores. En el terreno experimental, el 
      incremento en el aporte enteral de arginina mejora la supervivencia tras 
      sepsis experimental y presenta efectos positivos en la cicatrización y en 
      el balance nitrogenado. El empleo de suplementos aislados de este 
      aminoácido muestra efectos favorables en algunos pacientes. La 
      administración de dietas enterales enriquecidas con mezclas de 
      fármaconutrientes, entre los que se encontraba la arginina, han indicado 
      también efectos beneficiosos como la disminución de las complicaciones 
      infecciosas y el descenso en la mortalidad de pacientes sépticos. 
      Cabe señalar que el empleo de arginina 
      en estos pacientes es actualmente controvertido. Ello se debe a que los 
      resultados de algunos estudios han sido interpretados por algunos autores 
      en el sentido de que el empleo de dietas con arginina podría ser 
      perjudicial. No obstante, esta interpretación no es universal ya que otros 
      autores insisten en señalar la ausencia de datos objetivos que demuestren 
      efectos deletéreos asociados con el empleo de este tipo de dietas en 
      pacientes sépticos. 
      
      Glutamina 
      
      La glutamina es un substrato metabólico 
      primordial para las células del tracto gastrointestinal (enterocitos, 
      colonocitos), así como para otros grupos celulares de rápida proliferación, 
      como las células del sistema inmune. En condiciones de estrés, el 
      contenido total de glutamina disminuye rápidamente en el organismo y puede 
      afectar a diferentes funciones corporales. Todo ello tiene repercusiones 
      sobre la evolución de los pacientes, según puede demostrarse en diferentes 
      estudios. 
      La utilización de suplementos de 
      glutamina en el soporte nutricional de los pacientes graves se acompaña de 
      importantes ventajas como son el descenso de las complicaciones 
      infecciosas, de la estancia hospitalaria y de la mortalidad. A la luz de 
      los actuales conocimientos, parece que la administración de dietas 
      enriquecidas en glutamina a los pacientes graves es una medida que debe 
      ser considerada en la práctica totalidad de las ocasiones. 
      
      Substratos 
      lipídicos 
      
      El tipo de ácidos grasos de la dieta 
      puede modificar la respuesta inflamatoria. En líneas generales, los 
      eicosanoides procedentes de la serie w-6 (ácido linoleico) tienden a 
      incrementar la respuesta inflamatoria en tanto que los derivados del ácido 
      alfa-linolénico (w-3) producen menos efectos deletéreos, o incluso 
      beneficiosos, para el paciente. El empleo de ácidos grasos de la serie w-9 
       (ácido oleico) parece producir menos afectación en la composición de la 
      membrana celular y originar mínimos cambios en la producción de 
      eicosanoides y en la respuesta inmune. 
      Teniendo en cuenta la importancia de 
      los mediadores inflamatorios en la sepsis, se ha investigado sobre los 
      efectos derivados del empleo de diferentes tipos de aporte lipídico en el 
      soporte nutricional de los pacientes sépticos. Los resultados son 
      esperanzadores en lo que respecta a la posibilidad de modular la respuesta 
      inflamatoria con diferentes emulsiones lipídicas y, con toda seguridad, 
      serán motivo de mayor desarrollo en los próximos años. 
      
      Micronutrientes 
      
      Su papel como “fármaconutrientes” es 
      cada día más considerado, ya que pueden influir de manera importante en los 
      procesos de cicatrización y en la respuesta inmunitaria, al mismo tiempo 
      que modulan la respuesta oxidativa. De acuerdo con ello, debe prestarse 
      especial atención al aporte de oligoelementos (especialmente Zn, Cu, Mn, 
      Cr, Se y Mo) y vitaminas (tanto liposolubles como hidrosolubles) en los 
      pacientes sépticos. 
      
  
    
      | 
         Tabla V: Recomendaciones para el 
        soporte metabólico y nutricional de los pacientes sépticos* 
       | 
     
      
    
      |   | 
     
    
      | Aporte calórico | 
      
      25-30 Kcal/kg/día, ó 25-30% sobre el Harris-Benedict | 
      
      C | 
     
    
      | Proteínas | 
      
      1,3-2 g/kg/día | 
      
      C | 
     
    
      | Glucosa | 
      
      Hasta el 70% de las calorías no proteicas | 
      
      B | 
     
    
      | Lípidos | 
      
      Hasta el 40% de las calorías no proteicas | 
      
      B | 
     
    
      | Electrolitos | 
      
      K, Mg, P | 
      
      A | 
     
    
      | Oligoelementos | 
      
      Zn 15-20 mg/día y 10 mg/L si hay pérdidas intestinales 
      Probablemente Se hasta 120 mg(día | 
      
      C | 
     
    
      | Vitaminas | 
      
      Tiamina, niacina, vit A, vit E, vit C | 
      
      C | 
     
    
      
       
      * Grupo de trabajo de Metabolismo y Nutrición de la SEMICYUC | 
     
  
 
      
      En la tabla V se indican, de manera 
      esquemática, las recientes recomendaciones del Grupo de Trabajo de 
      Metabolismo y Nutrición de la SEMICYUC acerca del soporte metabólico y 
      nutricional en los pacientes sépticos, indicando la letra mayúscula el 
      grado de recomendación. 
      
        
          | 
          
          5. Repercusiones 
          y manejo de la hiperglucemia en los pacientes sépticos | 
         
       
      El desarrollo del síndrome de 
      disfunción/fracaso multiorgánico es, en muchas ocasiones, resultado de 
      complicaciones infecciosas secundarias que interfieren con la evolución de 
      los pacientes provocando una “segunda agresión”. La persistencia de cifras 
      elevadas de glucemia parece jugar un importante papel favorecedor sobre la 
      presencia de infecciones nosocomiales en pacientes críticos. 
      Existen pruebas que indican que la 
      hiperglucemia produce una disfunción en los mecanismos de defensa 
      antimicrobiana (adhesión, quimiotaxis, fagocitosis), que afecta a la 
      función defensiva de los macrófagos. También existen datos que indican que 
      el mantenimiento de valores de glucemia elevados se asocia con un aumento 
      en las complicaciones infecciosas en pacientes en situación 
      postoperatoria. 
      Se ha investigado el efecto del control 
      de los valores de glucemia en pacientes críticos bajo la hipótesis de que 
      esta manipulación debería ir seguida de repercusiones favorables sobre la 
      evolución de los pacientes. Como ya es sabido, esta hipótesis cuenta con 
      importantes datos que permiten sustentarla. 
      Estudios observacionales han indicado 
      que la hiperglucemia en pacientes no diabéticos es un factor de riesgo de 
      mala evolución en dos grupos de pacientes con enfermedad aguda grave: 
      infarto agudo de miocardio e ictus. 
      Este efecto perjudicial de la 
      hiperglucemia ha sido apreciado también en algunos estudios de 
      intervención no dirigidos específicamente al control de la glucemia, pero 
      en los que el análisis de los datos indicaba mayor incidencia de 
      complicaciones infecciosas, o de mortalidad, en el grupo con mayores 
      cifras de glucemia. 
      Los estudios diseñados para valorar los 
      efectos de un protocolo agresivo para el control de la glucemia han 
      indicado un descenso en las complicaciones infecciosas y en la mortalidad 
      en pacientes en el postoperatorio de cirugía cardiaca, en pacientes 
      diabéticos con IAM y en otros grupos heterogéneos de pacientes graves. En 
      este sentido el estudio de Van den Berghe y col. es el de mayor impacto: 
      sus resultados indican una reducción del 34% en la mortalidad hospitalaria, 
      junto a otros beneficios evolutivos, en el grupo que fue tratado con 
      insulina para mantener las cifras de glucemia entre 80 y 110 mg/dl, en 
      comparación con los que mantuvieron valores de glucosa en el rango de 180 
      a 200 mg/dl. Hay que señalar, no obstante, que los pacientes beneficiados 
      eran pacientes intervenidos de cirugía cardiotorácica. 
      Los beneficios indicados pudieran estar 
      en relación con el control de la glucemia o con los efectos debidos al 
      aporte de insulina. No debe olvidarse que la insulina es una hormona 
      anabolizante, con importantes efectos sobre el metabolismo de los 
      principios inmediatos (Tabla VI). Como consecuencia de ello, incrementa el 
      aporte energético en los tejidos lesionados, contribuyendo a la mejora del 
      proceso de cicatrización y previniendo el desarrollo de daños orgánicos 
      secundarios. Por otro lado, la insulina mejora la función de los polimorfonucleares 
      (deteriorada como consecuencia de la hiperglucemia) y pudiera contribuir 
      por este mecanismo a la disminución de las complicaciones infecciosas. Es 
      interesante señalar también que la insulina, o los factores “insulin-like”, pueden regular la producción de citoquinas 
      proinflamatorias por las células del sistema inmune, inhibiendo su 
      producción. Todo ello permite resaltar el papel que la insulina puede 
      jugar en las situaciones graves, comportándose como un efector positivo. 
      
  
    
      | 
         Tabla VI: 
      
        Efectos metabólicos de la insulina 
       | 
     
      
      
    
      |   | 
     
    
      |   | 
      
      Acción | 
      
      Efecto | 
     
    
      | Metabolismo proteico | 
      
      Captación de aminoácidos por músculo esquelético e hígado 
      Degradación proteica en músculo esquelético | 
      
      Aumenta 
       
      Disminuye | 
     
    
      | Metabolismo 
      de los hidratos de carbono | 
      
      Captación de glucosa en músculo esquelético y tejido adiposo 
      Glucogenolisis 
      Glucogenogénesis 
      Neoglucogénesis hepática | 
      
      Aumenta 
       
      Disminuye 
      Aumenta 
      Disminuye | 
     
    
      | Metabolismo lipídico | 
      
      Conversión de glucosa en ácidos grasos libres y triglicéridos en hígado y 
      tejido adiposo 
      Lipólisis en tejido adiposo 
      Cetogénesis hepática | 
      
      Aumenta 
       
      Disminuye 
      Disminuye | 
     
    
      | 
        | 
     
  
 
      
      Aunque es difícil separar los efectos 
      del control de la glucemia y del aporte de insulina, los datos actuales 
      sugieren que los niveles de glucosa, en vez de la dosis de insulina, son 
      los responsables de los efectos beneficiosos apreciados con la pauta del 
      control estricto de la glucemia en algunos grupos de pacientes graves. 
      A pesar de la relevancia de esta línea 
      de investigación, cabe recordar  que el efecto del control estricto de la 
      glucemia (entre 80 y 110 mg/dl) no ha sido investigado específicamente en 
      pacientes sépticos. Sin embargo,  es muy probable que estos pacientes 
      puedan ser igualmente beneficiados de un protocolo de estas 
      características, por lo que podría recomendarse su utilización siempre que 
      el entorno en el que se aplique permita controlar en límites razonables la 
      principal complicación del mismo: los episodios de hipoglucemia. 
      
      La respuesta metabólica a la sepsis se 
      caracteriza por una pérdida proteica que origina una disminución en la 
      masa visceral capaz de conducir a alteraciones funcionales con 
      consecuencias clínicas significativas, como la fatiga muscular que implica 
      problemas en la recuperación de la función ventilatoria. Las alteraciones 
      en el metabolismo hidrocarbonado pueden tener también repercusiones sobre 
      la evolución de los pacientes. 
      Aunque la corrección del foco séptico, 
      la antibioterapia y las medidas de soporte hemodinámico y ventilatorio 
      constituyen la base del tratamiento de los pacientes sépticos, otras 
      medidas, entre las que se encuentra el soporte metabólico y nutricional, 
      deben ser también consideradas en las fases iniciales con objeto de 
      contribuir a la recuperación de los pacientes. 
      Es importante que el soporte 
      nutricional esté planteado con la finalidad de adecuarse a las 
      alteraciones metabólicas y, al mismo tiempo, evitar complicaciones debidas 
      a la sobrecarga de nutrientes. La manipulación metabólica y nutricional en 
      los pacientes sépticos debe ser equilibrada en el aporte de substratos y 
      considerar el empleo de fármaconutrientes, utilizando la vía enteral 
      siempre que sea posible. 
      El empleo de insulina para mantener 
      valores normales de glucemia, que ha demostrado ser eficaz en otras 
      situaciones, pudiera tener también su indicación en los pacientes sépticos. 
      No obstante, tanto ésta como otras medidas hormonales dirigidas a 
      controlar la respuesta metabólica, requieren todavía mayor investigación. 
      
      
      
      
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      Juan Carlos Montejo González*, 
      Abelardo García de Lorenzo y Mateos‡ 
      *Hospital Doce de Octubre, ‡Hospital 
      La Paz, Madrid 
      ©REMI,
      
      http://remi.uninet.edu. Noviembre 2004. 
      
      Palabras clave: 
      Sepsis, Infección, Nutrición, Metabolismo, Fármaconutrientes, Insulina.
       
      
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