¿Deben los pacientes críticos recibir
nutrición parenteral precoz?
[Versión para imprimir]
Artículo REMI relacionado: de Pablo Hermida, A. ¿Nutrición enteral o
nutrición parenteral?. [REMI 2005; 5 (5): 857]
Aunque el tratamiento con nutrición parenteral no
parece tener efectos adversos sobre la evolución en la mayoría de los
pacientes, ello no es cierto para los pacientes críticos, en los que
algunos trabajos indican que dicho tratamiento es un factor asociado con
mayor morbilidad e incluso mayor mortalidad [1]. El incremento del riesgo
de complicaciones infecciosas y de la estancia hospitalaria en los
pacientes graves tratados con nutrición parenteral, en comparación con los
que han recibido nutrición enteral, ha sido notificado en diversos
estudios, incluso de reciente publicación [2-4]. El hecho de que la mayor
incidencia de complicaciones infecciosas no se acompañe de un incremento
en la mortalidad podría permitir la conclusión de que ambos métodos de
soporte nutricional (nutrición enteral y nutrición parenteral) son
equivalentes en los pacientes críticos. Esta conclusión, si bien pudiera
ser adecuada desde un punto de vista estricto de análisis metodológico, se
muestra poco defendible si se aplica la lógica clínica. La pregunta sería:
¿es inocuo para el paciente someterle a una intervención que le
incrementará el riesgo de adquirir una complicación infecciosa?. La
respuesta estaría en relación con la alternativa disponible y eso es,
precisamente, el eje de la cuestión.
La administración de substratos nutrientes por vía
digestiva altera mínimamente la fisiología del organismo en tanto que la
infusión intravenosa de nutrientes supone una intromisión terapéutica
ajena a la misma. No obstante, ante la imposibilidad de administrar
nutrientes por vía digestiva, la alternativa válida es la de recurrir al
aporte intravenoso de nutrientes, aún teniendo en cuenta que ello supondrá
un incremento del riesgo de complicaciones (infecciones, hiperglucemia)
para el paciente. Estas complicaciones, no obstante, no deberían ser de
difícil control en un entorno como el de las Unidades de Medicina
Intensiva.
Las recomendaciones de diferentes Sociedades
Científicas [5, 6], y también las del Grupo de Trabajo de Metabolismo y
Nutrición de la SEMICYUC [7], son coincidentes en la necesidad de optar
por la nutrición enteral como primera vía de elección para el aporte de
nutrientes a los pacientes que no pueden alimentarse por vía oral. La
nutrición parenteral debería ser considerada si existen contraindicaciones
para la nutrición enteral o si ésta se acompaña de complicaciones o es
insuficiente para suplir los requerimientos nutricionales de los
pacientes. No se recomienda en ningún caso el aporte de nutrición
parenteral precoz, como parecería poder desprenderse del artículo de
Simpson y Doig [8]. La nutrición parenteral en los pacientes críticos no
es un objetivo terapéutico en las primeras horas de ingreso, en las que
existen otras prioridades de todos conocidas. El estado nutricional del
paciente y el nivel de agresión deben indicar la “urgencia” del soporte
nutricional. Por ello, las diversas recomendaciones consideran que debe
iniciarse un soporte nutricional especializado si es previsible que el
paciente no pueda alimentarse por vía oral en un periodo de tres a cinco
días. Recientes estudios indican también que la “agresividad” en el
tratamiento nutricional (en el sentido de intentar que los pacientes
reciban precozmente la totalidad de los requerimientos calculados,
recurriendo al empleo de nutrición parenteral complementaria) no es una
buena práctica ya que no se acompaña de efectos beneficiosos [9].
La recomendación de iniciar un soporte precoz por vía
parenteral en todos los pacientes graves que no toleren nutrición enteral
en las primeras 24 horas parece prematura y no está basada en datos
experimentales de entidad suficiente. Dicha recomendación podría retrasar
la aplicación de nutrición enteral.
Cabe decir, finalmente, que el dilema de usar nutrición
enteral o parenteral como dos métodos excluyentes no debería ser
planteado. Dado que la desnutrición debe de ser prevenida y tratada,
cualquier tipo de soporte nutricional debe tenerse en consideración en los
pacientes graves. El momento de aplicación de cada uno de ellos y las
características del soporte nutricional en cada caso deberá ser guiado por
la consideración de las características de cada paciente concreto.
Bibliografía:
-
Heyland DK, MacDonald S, Keefe L, et al. Total
parenteral nutrition in critically ill patients. JAMA 1998; 280:
2013-2019.
-
Braunschweig CL, Levy P, Sheean PM, Wang X. Enteral
compared with parenteral nutrition: a meta-analysis.
Am J Clin Nutr 2001; 74: 534-542.
-
Gramlich L, Kichian K, Pinilla J, Rodych NJ, Dhaliwal R,
Heyland DK. Does enteral nutrition compared to
parenteral nutrition result in better outcomes in critically ill adult
patients? A systematic review of the literature. Nutrition 2004; 20:
843-848.
-
Peter JV, Moran JL, Phillips-Hughes J. A
metaanalysis of treatment outcomes of early enteral versus early
parenteral nutrition in hospitalized patients. Crit Care Med 2005; 33:
213-220.
-
ASPEN board of directors. Guidelines for the use of
parenteral and enteral nutrition in adult and pediatric patients.
JPEN 2002; 26 (supl 1): 90SA.
-
Heyland DK, Dhaliwal R, Drower JW, et al.
Canadian Clinical Practice Guidelines for nutritional
support in mechanically ventilated, critically ill adult patients.
JPEN 2003; 27: 355-373.
-
Ortiz LeybaC,
Montejo JC, Jiménez J, et al. Recomendaciones para la valoración
nutricional y el soporte nutricional especializado de los pacientes
críticos. Nutr Hosp. 2005 (En prensa).
-
Simpson F, Doig GS. Parenteral vs. enteral nutrition
in the critically ill patient: a meta-analysis of trials using the
intention to treat principle. Intensive Care Med 2005; 31: 12-23.
-
Dhaliwal R, Jurewitsch B, Harrietha D, Heyland DK.
Combination enteral and parenteral nutrition in critically ill patients:
harmful or beneficial? A systematic review of the evidence. Intensive
Care Med 2004; 30: 1666-1671.
Juan Carlos Montejo González
Hospital Doce de Octubre, Madrid
©REMI, http://remi.uninet.edu. Mayo
2005.
Palabras clave:
Nutrición enteral, Nutrición parenteral, Pacientes críticos.
Busque en REMI con Google:
Envía tu comentario para su
publicación |