Comentario de Lluis Cabré
Como ex-presidente de la SEMICYUC tengo que felicitar y agradecer la
encuesta realizada y que muchas preguntas son dignas de reflexión. Es por
ello que quiero felicitar a los responsables de la elaboración y
realización de dicha encuesta.
Los resultados son la expresión de unos 100
intensivistas españoles, no sé si todos socios de la SEMICYUC, pero que
ante más de 2.000 socios representan aproximadamente un 5%, que es de gran
valor según como se mire, y dejo a los estadísticos y a los expertos en
epidemiología que hagan su valoración, ya que no me siento capacitado para
ello.
Tal vez habría que preguntar cuántos de estos médicos
intensivistas son socios de la SEMICYUC, y aquéllos que no sean socios no
creo que tengan la osadía de responder la última pregunta de la encuesta.
Pero lo que no puedo aceptar como ex-presidente de la SEMICYUC es
precisamente la última pregunta, ya que es preguntar cosas que no tienen
fundamento.
"¿Consideras que las sociedades científicas (SEMICYUC,
SOMIUCAM) están implicadas en la mejora de las condiciones de los
intensivistas?".
Esta pregunta no tiene sentido, ya que la SEMICYUC es
una sociedad científica en cuyos fines está intentar aumenar al máximo la
calidad científica de la Medicina Intensiva española, pero no es su fin
mejorar las condiciones laborales de los intensivistas. En un régimen
democrático como el nuestro, el del Estado Español, hay otras
instituciones que velan por ésto, y me refiero a los sindicatos entre
otras.
Como ex-presidente de la SEMICYUC, en varias ocasiones
he hablado y me he entrevistado con responsables del Ministerio de Sanidad
y con los diferentes Cnsejeros de Sanidad de las CCAA (prácticamente todas
las del Estado), pero no podía hablar de condiciones, ya que ésto no es
misión de una sociedad científica. Es por esto que creo que esta pregunta
está mal planteada, y puede desprestigiar a la SEMICYUC, que es una de las
sociedades científicas mejor estructuradas en el ámbito científico
español.
Nadie me podrá negar mi abnegación y dedicación a mi
sociedad científica, que es la SEMICYUC, y por tanto no puedo aceptar que
se haga un mal uso de la misma. Si los autores de la encuesta creen que la
SEMICYUC se ha de convertir en un sindicato o similar, que lo propongan en
la asamblea general, que se realiza coinicidiendo con el Congreso anual;
yo desde luego voy a votar en contra. Pero la asamblea es soberana, y
puede decidir lo que crea más conveniente para sus asociados con el cambio
correspondiente de sus estatutos.
Fdo.: Dr. Lluis Cabré
Ex-Presidente de la SEMICYUC
©REMI, http://remi.uninet.edu. Enero
2006.
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Comentario de Ricardo Abizanda Hola
a todos.
Como no podía ser menos, mi acuerdo con Luis Cabré es,
como siempre, casi absoluto.
Comprendo, además, que éste es un problema que se
planteó durante su presidencia en una sesión, no demasiado cordial,
reiterativa y, a mi juicio, fuera de lugar en una Asamblea, y que eso haya
generado anticuerpos urticariantes.
Ante todo, me parece de la mayor importancia recordar
qué es una Sociedad Científica Profesional y qué no es. Y ciertamente no
es un sindicato, y mucho menos una asociacion gremialista donde la defensa
de los intereses de unos pueden entrar en colisión con los intereses de
los más.
Yo también he sido Presidente, y que se recurra a la
Sociedad para solventar cuestiones laborales, cuando no se dispone de esa
representatividad, es jugar sucio.
Más. La última pregunta es chunga y, desde luego, mal
planteada. Pero me preocupa más el amplio porcentaje de respuestas que
proponen cambios a especialidades sin guardias (Dermatología...¿!!!!!?),
cambios a Anestesiología ....(¿!!!!!?), y cosas así, y más cuando otra
amplia proporción dice que escogió Medicina Intensiva (¡ porque le
gustaba!...) de forma activa. Pero también es cierto que otros la
escogieron porque "no tenían nota más alta para optar a otra cosa"...
Pues lo siento, desde la perspectiva de los que nos
dedicamos a esto hace muchos años (yo más de 33), que hemos estado a las
verdes y las maduras, que hemos pasado por mal educados, violentos, y
cosas peores por defender aquello en lo que creíamos, no tengo más remedio
que pensar en dos alternativas. O esto no se ha hecho en serio y es un mal
chiste; o que entre esas personas y yo hay pocas cosas en común; y lo
siento pero creo que mi lado no es el malo.
Como mi pretérita representitatividad está ya perdida
en el olvido de muchos (como debe ser) y no me une a la JD más que el
respeto (que muchos deberían tener, al menos a su trabajo) y el aprecio
personal a muchos (bastantes) de sus miembros que son mis iguales, no
tengo necesidad de templar gaitas.
Ricardo Abizanda
Ex- ex- ex Presidente de la SEMICYUC
Intensivista por convicción.
©REMI, http://remi.uninet.edu. Enero
2006.
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Comentario de Pedro Galdos
Sr. Director: En relación a la encuesta sobre la
situación actual de los intensivistas en la Comunidad de Castilla-La
Mancha, recientemente publicada en su revista, le ruego incluya este
comentario si lo estima oportuno. La última pregunta de
la encuesta y su resultado, hacen referencia a la implicación de la
SEMICYUC y SOMIUCAM en la mejora de la condición de los intensivistas.
Entiendo que esta pregunta es improcedente, y por tanto le ruego solicite
a los autores, que la retiren de la publicación. Las razones son al menos
dos. En primer lugar, la SEMICYUC es una
Corporación-Científico Médica. Y sus fines derivan de ello. Por tanto no
es una Asociación profesional, no es un Sindicato. En nuestro caso, la
mejora de la situación profesional puede darse como consecuencia de una
mejora de la calidad asistencial. Por ejemplo, en otros ámbitos de la
asistencia médica, que las Sociedades consigan aumentar el tiempo de
consulta más allá de los 10 minutos establecidos para atender mejor al
enfermo, puede acompañarse por una descarga del trabajo del médico. Pero
nada más, porque no somos interlocutores válidos. La
FACME, Federación de Asociaciones Científicas, donde se encuentran la casi
totalidad de Sociedades Científicas, incorporó la defensa de los intereses
profesionales a sus Estatutos. Pero tampoco tiene capacidad alguna, porque
sus interlocutores no la consideran como un Sindicato, que en puridad no
lo es. La línea actual de FACME está de nuevo dirigida y limitada al
ámbito científico, a la mejora de la calidad asistencial, a la formación
continuada, y de forma indirecta, a la mejora de los intereses
profesionales. Es probable que necesitemos un sindicato, pero no tiene que
ver ni con SEMICYUC, ni con el resto de las Sociedades.
En segundo lugar, creo que sobre el funcionamiento de la SEMICYUC, solo
puede darse crédito a quienes son socios, porque solo ellos tienen
derecho, conocimiento de los objetivos y actividades, y voto. Por tanto,
sería preciso conocer cuantos de los que han contestado esta pregunta son
socios de la SEMICYUC. Es muy probable que una buena parte no lo sean.
En todo caso, en lugar de dar una opinión genérica e inútil a una pregunta
mal planteada, sería más rentable que los especialistas en Medicina
Intensiva se hicieran socios de SEMICYUC, de las Sociedades Autonómicas y
de la Sociedad Europea (ESICM). Las Sociedades Autonómicas podrían
ser consultadas por aspectos ya transferidos, entre los cuales se
encuentran los laborales, a través de la Carrera Profesional. SEMICYUC y
ESICM, participarán en las modificaciones de la especialidad, en las
competencias necesarias para ejercer la Medicina Intensiva, y quién y cómo
pueden alcanzarlas; junto con la Comisión Nacional de la Especialidad. Ahí
habrá que batallar, y una Sociedad numerosa es más fuerte y apoya mejor a
su especialidad. Y si en la ESICM, donde participan también los
anestesistas, hubiera intensivistas españoles en número suficiente, podría
conseguirse un Presidente español intensivista para la Sociedad Europea.
Nuestra especialidad primaria entonces, se introduciría con más facilidad.
Pedro Galdos Anuncibay
Secretario saliente de SEMICYUC
Miembro de la Junta Directiva de FACME.
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Comentario de Arturo Arias Apreciados
amigos y colegas. Estos resultados son para mí
sorprendentes y algo preocupantes. Si bien es cierto que la profundidad
académica alcanzada en la actual medicina intensiva es bien interesante,
también es cierto que ese clima laboral, deberá repercutir negativamente
en algún grado en la actividad diaria del intensivismo en ese país. De
todas formas pensaba que los colegas de Castilla están muy bien en su
profesión: un país europeo, etc... De todas formas he enviado una copia a
nuestro presidente de la AMCI en Colombia, a lo cual me ha contestado que
ya la había leído (REMI es muy acreditada y consultada en Colombia), y
que la ha enviado al comité de educación e investigación para adaptarla y
replicarla en nuestro medio. De todas formas NO creo que difiera en sus
resultados, ya que acá en Colombia, la situacion médica especialista es
muy dificil y complicada, por la interpretación de los médicos generales
auditores de la Ley 100. Con sentimientos de aprecio. Arturo Arias
Antún
Anestesiólogo-Intensivista
Clínica Santa Catalina
Tunja, Boyaca.Colombia
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Comentario de Rafael Barrientos
Sobre la encuesta de la SOMIUCAM.
Conozco bien lo que es una sociedad
científica y un sindicato. Soy refundador de la SOMIUCAM y he sido
sindicalista activo durante muchos años. Pero entiendo cierto grado de
insatifacción que existe en los intensivistas.
Me sorprende más la reacción de Ricardo,
Luis y Pedro que los resultados de la encuesta. Es una reacción que me
produce perplejidad: ¿Es que no conocéis la realidad? ¿Es que no recordáis
las asambleas de la SEMICYUC, hace 20 años, en que nos preguntábamos qué
somos y a dónde vamos? ¿No decía un compañero de Sevilla que somos como la
orquesta del Titanic?. ¿Acaso en muchos hospitales no estamos perdiendo
los enfermos cardiológicos? ¿Y en otros los quirúrgicos? ¿Acaso no nos
estamos quedando con lo que a otros les es penoso?. Dice un compañero
nuestro que nosotros recuperamos los enfermos a las cuatro de la
madrugada.
Sinceramente, no sé qué podrían hacer
las sociedades científicas, pero lo primero es conocer y asumir la
realidad. Todos debemos opinar con "carnet" o sin él, Pedro.
Ayer decía el Diario Médico que según la
sociedad de Neurología, si a los ictus le atendieran en las primeras 24
horas los neurólogos, se salvarían 300 vidas al año. Juan, Pedro, no he
visto una nota en el diario aclarando lo que actualmente se hace en las
UCI.
Los cardiólogos llevan años diciendo que
en las primeras 48-72 horas a los coronarios no les atienden
"especialistas" (?). Se lo acaban creyendo hasta los gerentes.
Yo dejé una especialidad médica para ser
intensivista y no me arrepiento. Pero mi hija que está preparando el MIR
dice que no elegirá ni intensivista como su padre, ni internista como su
madre. Es sintomático.
Saludos, a los motivados y a los menos
motivados.
Rafael Barrientos Vega
Hospital Virgen de la Salud, Toledo
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2006.
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Comentario de Ramón Fernández Cid-Bouza
Estimados compañeros:
Sin intención de avivar más la polémica y con verdadero
espíritu constructivo, me gustaría hacer algunos comentarios a la encuesta
realizada por los compañeros de Castilla-La Mancha. Soy intensivista (y
socio de la SEMICYUC), relativamente joven (39 años) con sólo 6 años de
experiencia desde que acabé la residencia y, probablemente por que soy de
una generación de intensivistas similar a la de los compañeros de
Castilla-La Mancha (un abrazo muy fuerte a David), me identifico bastante
bien con las respuestas que se han dado.
Escogí Medicina Intensiva por vocación y lo volvería a
hacer si sólo me dieran esta opción (aunque también me gustaría hacer
Cardiología Intervencionista/Hemodinámica pero siempre bajo la perspectiva
y la experiencia de Intensivos). Veo a la especialidad fusionada con quién
sabe qué aunque mi carácter optimista se inclina a un futuro en auge.
Trabajo en un hospital público, hago entre 8 y 9 guardias al mes (durante
las vacaciones puedo alcanzar la docena), supero con creces la jornada de
48 horas semanales (en un cómputo semestral regalo >180 horas al
hospital), trabajo en unas condiciones de importante presión asistencial,
y el trato y la consideración por parte de los responsables de mi hospital
deja bastante que desear (lo cual me supone un sinfín de disputas,
trifulcas, y qué os voy a contar). Intento, a duras penas, que esta
situación no afecte a mi carácter ni a mi vida familiar (ya os contaré
dentro de 10 años como acabo). Cometo errores, como todo el mundo, algunos
probablemente por falta de experiencia y por agotamiento (por falta de
interés seguro que ninguno).
Supongo que mi situación no difiere gran cosa de la de
muchos compañeros. No soy -no somos- héroes, ni espero ninguna medalla por
ello. Lo cual no implica que no haga todo lo posible por mejorar mis
condiciones laborales. Con respecto a la última y problemática pregunta
(yo también creo que está hecha con un poco de...¿malicia?), entiendo -y
respeto- los comentarios realizados (por cierto, tres de ellos ex-miembros
de la directiva de la SEMICYUC, quizá por ello un tanto sesgados). Está
claro que nuestra Sociedad no es un Sindicato, pero es el único vínculo de
unión entre los intensivistas que trabajamos en este país (quizá, como
propone Lluís Cabré, habría que plantear en una asamblea general un cambio
al respecto). Por otra parte, gran parte de los problemas que sufrimos a
diario se deben a la falta de especialistas y al elevado número de
guardias que tenemos que soportar (todavía más desde que los mayores de
55años han dejado de hacerlas -bien merecido que lo tienen, ojalá yo
también pueda hacerlo cuando llegue). El hiato que existe entre el número
de residentes que se forman cada año y la demanda laboral sí que es, en
parte, responsabilidad de la sociedad. La regulación de la homologación de
los títulos de los compañeros extranjeros (en un sistema hipócrita que les
permite trabajar sin titulación homologada y luego los embarca en un
entramado burocrático interminable), también. No creo que los autores de
la encuesta hallan querido desprestigiar a nuestra Sociedad. Más bien se
trata de un grito de ayuda -o algo así- que la directiva de la Sociedad (y
los compañeros más veteranos que observan el problema desde la
tranquilidad -relativa, supongo y, como dije antes, merecida- que supone
trabajar y no hacer guardias) deberían -aunque no sea su cometido-
contemplar.
Atentamente,
Ramón Fernández-Cid Bouza
Jefe de Sección, Servicio de Medicina Intensiva
Hospital Verge del Toro
Maó, Menorca. Illes Balears
Un intensivista cualquiera...
©REMI, http://remi.uninet.edu. Enero
2006.
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Comentario de Vicente Gómez Tello
Estimados amigos:
Respecto a la polémica suscitada
por la publicación de la encuesta sobre satisfacción profesional de
intensivistas en Castilla La Mancha, creo mi obligación, porque conozco
bien a sus autores y a sus críticos en REMI, moderar un poco los ánimos y
centrar el debate.
Todos sabemos la necesidad de contar
con instrumentos de medida de prevalencia de actitudes sociales y
profesionales en nuestro colectivo. Ya la falta de un censo, que la Junta
actual de la SEMICYUC está intentando realizar, dificulta saber el número
actual de intensivistas y sus características profesionales y
demográficas. Por tanto, cualquier encuesta que trate de profundizar en el
conocimiento de estos temas, aunque sea de manera restringida, debe ser
bienvenida.
Es conocido también que las encuestas
son instrumentos falibles y sometidas a sesgos. La formulación de la
última pregunta de la encuesta induce una respuesta única, como no podía
ser de otra manera, al atribuir a la SEMICYUC una facultad, la
laboral/sindical, que no tiene como ha sido acertadamente se ha señalado.
Este error debe ser explicado, porque en él subyacen algunos aspectos
dignos de comentario.
Es comprensible la "santa indignación"
de personas significadas en la SEMICYUC, como Lluis Cabré, Ricardo
Abizanda y Pedro Galdos, que han contribuido, y es demostrable, a que
nuestra Sociedad crezca y empiece a ser respetada y conocida. Es razonable
y lógico que estos compañeros, que han comprometido muchas horas de
trabajo en este proyecto, se sientan dolidos por una respuesta tan
"desairada". Además, y tienen razón en señalarlo, los cambios hay que
realizarlos desde dentro. La crítica desde la barrera sin implicación
institucional es muy española; desconfiamos de la agrupación y la
participación en organizaciones ciudadanas y científicas, rechazando
participar en ellas con frases como "todo eso es política" o "si no vamos
a solucionar nada". Desgraciadamente muchos años de ausencia de cultura y
educación en democracia no pasan sin dejar secuelas en el inconsciente
colectivo, independientemente la clase social o profesional a que se
pertenezca.
En nuestro caso, tenemos una Sociedad
a mejorar y potenciar entre todos. Yo asisto a las asambleas (de 50
personas sobre 2000 socios potenciales) y creo que las inquietudes hay que
vehiculizarlas ahí. Porque la SEMICYUC es un instrumento válido, con
creciente pujanza, y que puede hacer mucho por la mejora científica y
profesional de los intensivistas y guiarles en su problemática diaria.
Desgraciadamente, y en este sentido siempre he pensado igual y voy a ser
duro, las condiciones propias de tu medio hay que trabajarlas en tu
equipo. Aquí entonemos el mea culpa todos. La SEMICYUC no puede solucionar
lo que años de conformismo, mala gestión de equipos, desánimo consentido,
desorientación o falta de iniciativa individuales y grupales, han
entregado a otros colectivos más ambiciosos. La aplicación gratuita de la
teoría del chivo expiatorio a la Sociedad culpándola de catástrofes
locales indica hipocresía y falta de autocrítica.
Sin embargo, no debemos matar al
mensajero y cerrar los ojos a la realidad. La respuesta a la polémica
pregunta, aun contando con su deficiente formulación, está señalando dos
causas. La desconfianza institucional, que ya he comentado, y la falta de
comunicación entre la Sociedad y la base. Es una realidad que la inmensa
mayoría de los intensivistas, entre los que se encuentran los autores de
esa encuesta, han esperado más de la Sociedad de lo que ésta les ofertaba.
En una época difícil, con paro profesional y contratos precarios, era
lógico que todos nos volviéramos a lo que considerábamos nuestro
instrumento de representación natural. Desgraciadamente, no siempre han
existido los medios para explicar y difundir el verdadero objeto de la
SEMICYUC, sus limitaciones en medios no han permitido que todos conozcamos
que podíamos esperar y, sobre todo, como podíamos contribuir a conseguir
objetivos. También aquí los miembros de las sucesivas Juntas Directivas
supongo que habrán hecho una crítica razonable de sus propias
trayectorias.
La encuesta traduce una situación
preocupante que, con las salvedades obvias del reducido tamaño muestral, y
de los sesgos en la formulación de preguntas a corregir en próximos
estudios similares, deberemos tratar de enmendar. Los intensivistas de
vocación que seguimos creyendo en nuestro trabajo entendemos bien a los
que creen que han errado o perdido su camino; no se les puede criticar por
el error, sino suscitar y reconducir expectativas. Tendremos que, antes
que abandonarlo, hacer entre todos el barco de nuestra especialidad más
confortable para todos y que tome un rumbo sólido. Si nos hundimos, nos
hundimos todos. Vicente Gómez Tello
Unidad de Cuidados Intensivos
Clínica Moncloa, Madrid
©REMI, http://remi.uninet.edu. Enero
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Comentario de Sergio Urbaneja
Hola a todos: les escribo desde una pequeña ciudad de la Argentina en
comentario a la encuesta de los intensivistas de Castilla-La Mancha.
Me ha llamado la atención algunas de las respuestas, ya
que nos esperaba que muchos de nuestros colegas se dieran cuenta que no
les gustaba más la medicina crítica y la cambiarían por ¿dermatología?
bastante extraño ¿no?.
Más aún me llamo la atención lo poco que se considera a
la sociedad científica por el poco aporte que realiza; pues bien, trabajo
en terapia intensiva en una localidad de 35.000 habitantes y desde hace 3
años aproximadamente utilizo los servicios de REMI y gracias a esta página
puedo conseguir información de primer nivel y de todo el mundo actualizada
sin necesidad de moverme hasta las grandes ciudades. Más aún permite que
los intensivistas que no tenemos suscripción a determinadas revistas
tengamos el mejor material sin costo alguno cuando lo económico es una
barrera para conseguirlo.
Ojala que REMI siga por mucho tiempo y para aquellos
que estamos lejos nos siga aportando información de gran valor.
Gracias.
Dr. Sergio D. Urbaneja
Médico Esp. en Terapia Intensiva.
Trenque Lauquen - Pcia. Bs. As. - Argentina.
©REMI, http://remi.uninet.edu. Enero
2006.
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Comentario de Carlos Rebolledo
Estimados
colegas:
Luego de haber
leído la publicación de los resultados de la encuesta realizada, observo
que algunas situaciones similares en algunos aspectos suceden en mi país
Colombia, afortunadamente cuando uno elige ser Internista Intensivista,
es, en mi parecer muy humilde, porque definitivamente, lo llevamos, como
decimos nosotros en los genes, y realmente tiene que gustarle a uno esta
especialidad y vibrar con ella obviamente para permanecer luchando a
diario con situaciones críticas en las cuales nuestros pacientes se
debaten entre la vida y la muerte, me causa consternación cuando hay un
porcentaje mayor al 50% que desean cambiar de actividad o que estan
indecisos.
Las sociedades
científicas como su nombre bien lo indica deben velar por el
enriquecimiento y el bagaje cultural al tenor de los adelantos técnicos
científicos para cada uno de sus afiliados, directamente no estarían
comprometidas desde el punto de vista solución de situaciones gremiales,
sin embargo sería interesante plantear la posibilidad que actuaran como
entes reguladores al unísono con la constitución y/o reglamentación en
cada país en un intento valedero de obtener un mejor clima laboral para
dicha especialidad.
Respetuosamente, con mucho aprecio a mis compañeros de lucha.
Dr. Carlos
Rebolledo M.
Internista Intensivista
Coordinador UCI
Clínica General del Norte
Barranquilla, Colombia.
©REMI,
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Comentario de Alfonso Canabal
A propósito de la encuesta sobre la situación de los intensivistas de
Castilla la Mancha.
Sinceramente no creo que esta publicación merezca
ninguna polémica más allá de la ya generada.
Es una encuesta que realizan los miembros de la Junta
Directiva de la SOMIUCAM, recogiendo una pregunta, efectivamente mal
planteada. Entiendo que al incluirse la propia Sociedad Castellano
Manchega en la cuestión, la finalidad bien podría ser la de perseguir una
cierta autoevaluación y convocar así una mayor participación de los
miembros de la Sociedad, brindándoles la oportunidad de expresar un
malestar que se sabe que existe.
A mi entender de poco sirve lamentarse de lo “mal que
nos sentimos” y sobre todo intentar culpar a los Directivos de una
Sociedad Nacional o Autonómica de ello. Identificar una Sociedad en
abstracto con una Junta es erróneo, todos somos parte de ella y tenemos
algo que decir y algo que ver con su situación en un momento dado.
Resulta cómodo culpabilizar a las personas que con su
esfuerzo personal y un alto grado de implicación y de responsabilidad,
hacen posible la organización de innumerables actividades como la
Organización del Congreso Nacional, el desarrollo de los Indicadores de
Calidad, etc.
Desde el punto de vista estratégico también recuerdo en
el pasado algunos movimientos para el cambio de las “condiciones de los
intensivistas”, pero estos fueron acogidos de forma muy dispar entre
socios y levantado muchas pasiones en las Asambleas, llegando a crear
incertidumbre y crispación.
Algunas de las razones que han hecho evolucionar
nuestro status en los Centros Sanitarios han surgido como consecuencia de
un cambio muy importante en el sistema sanitario actual y la forma de
medir sus objetivos. Para nada está en relación con la mayor o menor
beligerancia de los miembros de una Junta Directiva o de nuestro mejor o
peor hacer como profesionales dentro de los Hospitales. Debemos
enorgullecernos de nuestra labor en los centros con la atención a los que
están más graves.
Creo que no se debe cuestionar la labor de la SEMICYUC
o SOMIUCAM como si fuese un ente aparte de nosotros mismos. Conozco su
labor al haber pertenecido a sus Juntas Directivas y a las personas que se
han sentido molestas con la encuesta que considero se merecen nuestro
respeto por todas sus aportaciones y esfuerzo. Aquel que no esté de
acuerdo con su labor no tiene más que presentarse de candidato a sus
órganos de Gobierno, asistir a sus foros de trabajo y debate e intentar
cambiar la cosas con su esfuerzo y opinión.
Por último también creo que no debemos demonizar y
criticar a un grupo de médicos Castellano-Manchegos que han tenido la
iniciativa de conectar con sus representados para sondear sus inquietudes.
No demos más importancia a este asunto y luchemos por
mejorar aquello que podamos.
Alfonso Canabal Berlanga.
Especialista en Medicina Intensiva.
ExSecretario de la SEMICYUC y SOMIUCAM
©REMI, http://remi.uninet.edu. Enero
2006.
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Comentario de Héctor Díaz
Saludos colegas:
A mí también me ha extrañado las respuestas recibidas a
la encuesta. Me dedico al intensivismo desde hace 25 años y coincido
plenamente con el colega Abizanda Campos, al cual respeto y admiro por su
destacada labor. Nuestra especialidad se caracteriza por la dedicación y
el intenso estudio para poder interactuar en todo momento con pacientes
críticamente enfermos que dependen de nuestra capacidad para poder seguir
viviendo y en mi caso no podría cambiar de especialidad. Soy intensivista
cubano, laboro en una ciudad de la provincia de Villa Clara y REMI me ha
ayudado mucho para obtener información actualizada e intercambios en
nuestra especialidad. Ojalá pemaneciera activa durante mucho tiempo.
Prof. Héctor Díaz
Unidad de Cuidados Intensivos
Hospital Universitario de Sagua la Grande
Villa Clara. Cuba.
©REMI, http://remi.uninet.edu. Enero
2006.
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Comentario de Francisco José Santos
Estimados compañeros: Cuesta emitir una opinión
discordante a la de gente de tanto renombre en nuestra especialidad, pero
en este caso es una opinión de un miembro de base (desde 1988, tanto en la
nacional como en las distintas regionales) y no de dirigentes actuales o
pasados. Y también llevo muchos años de ejercicio a la espalda, y quizá
los últimos mucho más cerca de la realidad diaria, con guardias y noches
en vela, que quienes llegaron hace tiempo y ahora desempeñan labores de
jefatura o dirección. Dejar claro desde el principio que mi ánimo no es
atacar la nadie, solo intentar plantear otro punto de vista.
¿Qué es lo que tanto molesta en la última pregunta? Llevo tiempo hablando
del tema con muchos intensivistas de a pie, y coincidimos en la
insatisfacción sobre la defensa de la especialidad por parte de la
SEMICYUC. ¿Que no es esperable eso de una sociedad científica? Pues es
posible que no, según las opiniones que hemos leído previamente.
Evidentemente no se trata de un sindicato y sí una sociedad científica,
pero me pregunto si en su "responsabilidad" está el que los pacientes
críticos sean atendidos por el mejor personal, el más adecuado. En mi
opinión son los intensivistas formados vía MIR. Sin embargo todos hemos
sido testigos de cómo en los hospitales se contrata gente de otras
especialidades (sobre todo Anestesiología) para cubrir esos puestos, con
la esperanza del gerente de turno de recurrir a ellos para otras labores.
Y nadie dice nada. O se acusa de intrusismo en la prensa a intensivistas
por sedar pacientes (este verano en Orihuela) y nadie dice nada. Y se
habla de fusión de la especialidad con otras al tiempo que se siguen
convocando plazas de formación. No critico la labor
científica de los dirigentes de nuestra sociedad, los actuales y los
pasados, pero desde luego no siento como miembro que se defienda la
especialidad como tal. ¿Que no es su objetivo? pues yo creo que sí, puede
que me equivoque, pero sí. Quiero que mi Sociedad defienda la validez de
mi especialidad ante un gerente o ante quien sea, en España o en Europa.
Dedicar medios a promocionarla públicamente hasta que sea una exigencia
de los pacientes que el médico que atienda a los pacientes críticos sea un
especialista en Medicina Intensiva. Sea como sea mi
impresión es que esta encuesta, y sobre todo las contestaciones anteriores
a la mía, revela el distanciamiento entre dirección de sociedad y
miembros normales, similar al que hay entre los jefes de servicio y los
contratados para guardias. Llama la atención comó se ha focalizado sobre
si las sociedades científicas apoyan o no al especialista y se hace caso
omiso del resto de preguntas que ponen en evidencia el tremendo
descontento de los profesionales con las condiciones en que ejercen.
No entro a juzgar la calidad técnica de la encuesta, ni la oportunidad de
las preguntas, no soy tan soberbio. Creo que la gente ha expresado su
opinión, que han sido bastante sinceros y que el resultado sería bastante
parecido en otras comunidades autónomas. Y creo
firmemente que la dirección actual de la SEMICYUC debe reflexionar sobre
este tema. Se debe debatir si hay que revisar las actitudes pasadas y
renovar objetivos o lo dejamos todo igual. Quizá la gente tan experta en
encuestas que parece haber puedan elaborar una sobre qué piensan los
miembros de nuestra Sociedad, que sirva para tomar el pulso a las
opiniones de los especialistas, tanto sobre la propia especialidad,
(incluidas las circunstancias en que se trabaja y la tan de moda
conciliación de la vida familiar y laboral) como sobre qué esperamos de
ella, o que nos gustaría (es difícil poder expresar esto p. ej. en la
asamblea). Solo comentar un detalle para que piensen: cuando quieren ver
una página web de la especialidad ¿vienen a REMI o van a la de la SEMICYUC?.
Un saludo a todos Francisco José Santos Calle
Servicio de Medicina Intensiva
Hospital General de Elche
©REMI, http://remi.uninet.edu. Enero
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Comentario de Abelardo García de Lorenzo
Sr. Director:
En relación a la encuesta SOMIUCAM y la
controversia generada me gustaría expresar, si es posible, mi opinión:
-
De entre todas las
cartas enviadas mi corazón está con la del Dr. Gómez Tello. Es
ponderada, entiende el tema y está lejos de influencias y partidismos.
Enhorabuena.
-
Por otra parte no es
elegante matar al mensajero. La encuesta está ahí, guste o no guste,
pregunte o no pregunte cosas mejor o peor planteadas, políticamente
correctas o no, o quizás mas bien debatidas muchas veces y
desgraciadamente no resueltas. La valentía de nuestro compañero el Dr.
Añón es destacable así como la de las personas que -conociendo muy bien
su medio de trabajo- sean o no sean de las sociedades científicas
pertinentes, han expresado su opinión y esta debe de ser respetada,
atendida y tomada en consideración, máxime cuando refleja un grave, muy
grave, problema de insatisfacción y desamparo.
-
Es por ello que estos
resultados nos deben valer como un toque de atención. La encuesta no
debe molestar a nadie pues no acusa, solo refiere o establece una
situación. Que esta es incómoda, pues nuestra labor es hacerla lo mas
cómoda posible; que hay un problema, pues a realizar la actuación
pertinente. No es malo preguntar, lo malo es no escuchar.
Prof. Abelardo García de
Lorenzo y Mateos
Director de la Cátedra UAM-Abbott de Medicina Crítica
Servicio de Medicina Intensiva Hospital Universitario La Paz.
©REMI, http://remi.uninet.edu. Enero
2006. Envía
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Réplica: José M.
Añón, David Cabestrero, Manuel Quintana, Virgilio Córcoles, Rafael
Blancas, Luis Marina, Carlos Armendáriz.
Junta
Directiva de la Sociedad de Medicina Intensiva y Unidades Coronarias de
Castilla La Mancha (SOMIUCAM).
Tras los comentarios relacionados con la encuesta recientemente publicada
en REMI sobre la situación actual de los intensivistas de Castilla La
Mancha, es obligación de los autores aclarar los siguientes puntos:
1º.- No ha habido la menor
intención de desprestigiar a ninguna persona, ni a ninguna Junta
Directiva, ni a una sociedad como la SEMICYUC, de la que formamos parte
todos los autores.
2º.-
Es prioridad de la
Junta Directiva de la SOMIUCAM potenciar y defender la Medicina Intensiva
en el ámbito que le corresponde. Se consideró que el mejor punto de
partida para ello era consultar el nivel de satisfacción de los
intensivistas. Quizá pueda haber sido un error no saber cuantos de los que
han respondido no pertenecen a la SEMICYUC, pero para nosotros ha sido
prioritario (y
lo será en futuras consultas)
el hecho de ser intensivista.
3º.-
Con respecto a la última pregunta debemos recordar que la formulación
exacta fue la siguiente:
“¿Consideras que las
sociedades científicas (SEMICYUC, SOMIUCAM) están implicadas en la mejora
de las condiciones de los intensivistas?”
Como puede apreciarse en
la pregunta no aparece la palabra “laboral”. En el concepto “condiciones”
entran otros muchos aspectos (ya comentados en el foro y que han sido bien
entendidos por la mayoría de los encuestados a juzgar por las respuestas
plasmadas en la última pregunta abierta del cuestionario
-resultados
no publicados-) que en opinión de la Junta Directiva de la SOMIUCAM
deberían formar parte de las preocupaciones de nuestras sociedades
científicas.
4º.- Enlazando con el punto anterior
queremos recordar los objetivos de la SEMICYUC que quedan expresados en el
Código Ético que nos ha sido remitido recientemente:
-
punto 7: "representar a sus miembros
ante las personas y entidades públicas o privadas, así como asesorarles
sobre aspectos sociales, profesionales, deontológicos, y todos aquellos
que se deriven de la práctica de la medicina intensiva" y
-
punto 8: "defender los intereses
profesionales de sus miembros".
5º.- Agradecemos las
aclaraciones en cuanto a las diferencias existentes entre Sociedad
Científica y Sindicato, pero es nuestra obligación recordar que esta
encuesta se ha llevado a cabo desde la Junta Directiva de una Sociedad
Científica y por lo tanto los autores son conocedores de la información
facilitada.
6º.- Los autores somos
conscientes de que pueden
haber existido errores de diseño en la elaboración del cuestionario, pero
consideramos que la influencia de éstos sobre los resultados puede ser
mínima.
7º.- Nos ha resultado
sorprendente observar que ha habido algún comentario en el que se ha
expresado una verdadera preocupación respecto a la pregunta objeto de
debate pero sin embargo no se ha mostrado ninguna inquietud por otras
respuestas en nuestra opinión mucho más preocupantes que muestran un grave
problema de insatisfacción con el desarrollo de la especialidad.
8º.- Consideramos que la
encuesta no debe ser ni total ni parcialmente retirada de REMI.
Desgraciadamente estos resultados no son fruto de ningún mal chiste y es
una encuesta que muestra las opiniones de más del 70% de los intensivistas
de una Comunidad Autónoma de nuestra geografía.
9º.- Sentimos
profundamente que haya colegas a quien les de cierto temor la consulta. A
nuestro juicio esto solo puede responder a la negativa a enfrentarse a lo
que no se quiere oir.
Muchas gracias a todos por todos los comentarios y muy especialmente a
aquellos que han sabido entender el fundamento y la buena fe del trabajo.
José M. Añón, David Cabestrero, Manuel Quintana, Virgilio Córcoles,
Rafael Blancas, Luis Marina, Carlos Armendáriz.
Junta
Directiva de la Sociedad de Medicina Intensiva y Unidades Coronarias de
Castilla La Mancha (SOMIUCAM).
©REMI, http://remi.uninet.edu. Enero
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