| 
        
      Paciente de 66 años con dolor torácico y mareo (solución) 
      [Presentación del caso] 
      
      Resolución y 
      preguntas sobre el caso  
      nº 16: 
      shock e insuficiencia respiratoria 12 horas 
      después de coronariografía en un enfermo con dolor torácico sin lesiones 
      coronarias significativas. 
      
      Al ingreso del 
      enfermo, valorando los datos de shock y el antecedente de coronariografía, 
      y aun considerando que el paciente no presentaba dolor torácico ni 
      ausencia de pulsos, se pensó que el enfermo había sufrido una lesión 
      vascular o cardiaca a consecuencia de la exploración vascular. Como primer 
      diagnóstico se pensó en una posible disección aórtica. Se realizó TAC 
      torácico urgente (imágenes ofrecidas en la presentación del caso), que 
      mostró un mediastino ocupado por moderada cantidad de sangre, sin signos de 
      sangrado agudo (fuga de contraste), ausencia de línea de disección, o  
      derrame pericárdico. No se realizó estudio abdominal por mala tolerancia 
      clínica (insuficiencia respiratoria). Este hallazgo hace pensar en  
      una lesión 
      vascular por cateterismo (ver bibliografía). 
      
      El diagnóstico de 
       
      
      embolia pulmonar
      fue descartado de 
      entrada debido a los datos radiográficos, la anemización, la lesión 
      mediastínica, la 
      
      
      radiografía
      de tórax con infiltrados y el tratamiento previo con 
      heparina que lo hacían 
      
      
      altamente
      improbable.
      Tras 
      descartar lesión disecante se pensó que el enfermo podría sufrir 
      taponamiento por hemopericardio agudo, con poca cantidad de sangre que 
      justificase que no se apreciase en el TAC. Sin embargo los datos del 
      cateterismo cardiaco derecho no mostraban igualación de presiones, no 
      existía pulso paradójico ni variabilidad eléctrica en el ECG. Para 
      descartar esta posibilidad y valorar 
       
      
      la
      
      
      raíz
      
      
      aórtica se realizó un 
      estudio ecocardiográfico por vía transesofágica,
      que mostró hipoquinesia del 
      septo y del ápex, con 
      
      
      fracción de eyección del ventrículo izquierdo del
      
      
      40%, ausencia de derrame pericárdico y 
      cavidades derechas normales. Se confirmaba la presencia de una colección hemática mediastínica periaórtica alrededor de la aorta descendente, sin 
      visualizarse doble luz intravascular.
      
      
      Se trasfundieron 
      hemoderivados, y la situación clínica y hemodinámica por termodilución era 
      de shock cardiogénico con progresiva insuficiencia respiratoria, que 
      precisó de ventilación mecánica, inicialmente no invasiva, y 
      posteriormente con intubación. Los datos eléctricos y bioquímicos  no 
      mostraron cambios, siendo la 
      troponina I máxima de 6 ng/ml al ingreso, con 
      descenso desde la segunda determinación. 
      
      La evolución fue de 
      inicio la correspondiente a un shock cardiogénico (GC 3 l/min, PCP 
      23 mm 
      Hg), fracaso renal agudo no oligúrico de origen prerrenal, y acidosis 
      metabólica, con respuesta hemodinámica al tratamiento de soporte (inotrópicos, 
      diuréticos, vasodilatadores). Sin embargo, la situación de insuficiencia 
      respiratoria grave, con necesidad de FiO2 y PEEP altas, relación I/E 
      1:1 y sedorrrelajación, no mejoraron (fig. 
      1) a pesar de la mejoría 
      hemodinámica y el balance negativo, por lo que se asumió una situación de distrés respiratorio en el contexto de una respuesta 
      inflamatoria de probable origen traumático, y se trató con esteroides, con 
      excelente respuesta clínica (fig. 
      2), de forma que fue extubado al 
      quinto 
      día de 
      ventilación mecánica, manteniendo buena mecánica y función pulmonar. Fue dado de 
      alta de UCI eupneico, 
      con frecuencia cardiaca 
      95 lpm, 
      tensión arterial 135/70 mmHg., 
      SpO2 97% (FiO2 0,5). ECG al 
      alta en  ritmo sinusal a 100 lpm. 
      PR 0,16 
      seg., T negativa en I 
      y aVL. 
      
      En planta evolucionó 
      favorablemente, realizándose, por consejo del servicio de radiología,  un TAC (figs. 
      3, 4 y 5), que mostró reducción casi total del  hematoma mediastínico, aunque persistiendo en moderada cantidad en aorta 
      descendente. Consultado el Servicio de Cirugía Cardiaca se estima que el 
      enfermo es tributario únicamente de tratamiento médico para mantener 
      la tensión arterial 
      controlada y de seguimiento ambulatorio. 
      
      Fue dado de alta a 
      los 14 días de su ingreso. 
      
      La explicación del 
      caso que se dio por parte de los médicos de nuestra Unidad fue la de una 
      perforación en cayado aórtico secundaria a punción por guía/catéter de 
      coronariografía. Esto daría lugar a hemorragia mediastínica y shock (con 
      componente hipovolémico). Esta complicación no está descrita en la 
      literatura disponible en Medline, aunque es plausible dada la no 
      despreciable frecuencia de hemopericardio que puede verse en enfermos 
      sometidos a cirugía cardiaca tras la coronariografía. 
      
      Sin embargo la 
      disfunción cardiaca admite alguna duda. La caída de 
      
      fracción de eyección y de
      
      gasto cardiaco es posible 
      que agravase la patología previa del enfermo (¿miopericarditis postvacunal?), 
      o bien un síndrome coronario agudo con afectación segmentaria de la 
      contractilidad provocada por la hipotensión/anemia en un enfermo con 
      lesiones coronarias previas, aunque no significativas. La falta de una 
      elevación enzimática importante, y la ausencia de cambios eléctricos 
      claros no favorecen, inicialmente, esta hipótesis, aunque no la descartan. 
      
      El componente de 
      insuficiencia respiratoria, aunque inicialmente atribuible a origen 
      cardiaco, evoluciona posteriormente de manera independiente; una vez controladas 
      en menos de 24 horas la anemización, 
      el 
      bajo gasto y 
      la sobrecarga hídrica, 
      persisten 
      los 
      infiltrados. En ese momento los datos del catéter de termodilución mostraban 
      un índice de resistencias 
      vasculares sistémicas (IRVS) normal/bajo y PCP de 15 
      mmHg (PEEP 12). Se 
      descartó componente infeccioso tras comprobar 
      la 
      esterilidad en 
      los 
      cultivos de 
      aspirado bronquial, hemocultivos y urocultivo. Se asumió en ese momento la 
      posibilidad de un SDRA (Murray 3.2) como consecuencia de un fenómeno de 
      isquemia reperfusión y/o como fenómeno reflejo a hematoma intracavitario. 
      La buena y rápida respuesta al esteroide nos hizo pensar que está 
      hipótesis podría ser plausible. 
      
      Diagnósticos 
      finales: 
      
        - 
        
        Hematoma 
        mediastínico probablemente secundario  a perforación en cayado aórtico
        tras 
        realización de coronariografía  
        - 
        
        Shock hipovolémico  
        - 
        
        Disfunción 
        cardiaca de origen isquémico vs. inflamatorio  
        - 
        
        SDRA  de posible 
        origen inflamatorio/traumático con respuesta a esteroides  
       
      
      Ante el diagnóstico 
      y evolución final del enfermo, podrían plantearse las siguientes
      preguntas. 
      
        - 
        
        ¿Está de acuerdo 
        con el diagnóstico final y las pruebas de imagen que se solicitaron?  
        - 
        
        ¿Se decantaría por 
        alguna de las hipótesis mencionadas para explicar la disfunción 
        cardiaca?  
        - 
        
        ¿Está de acuerdo 
        con la explicación dada al origen del SDRA y su tratamiento posterior?  
       
      Bibliografía: 
      
        - 
      
Goldstein JA, 
      Casserly IP, Katsiyiannis WT, Lasala JM, Taniuchi M. Aortocoronary 
      dissection complicating a percutaneous coronary intervention. J Invasive 
      Cardiol 2003; 15: 89-92. [Resumen] 
         
        - 
      
Shmuely H, 
      Zoldan J, Sagie A, Maimon S, Pitlik S. Acute stroke after coronary 
      angiography associated with protruding mobile thoracic aortic atheromas. 
      Neurology 1997; 49: 1689-1691.[Resumen] 
         
        - 
      
Birnbaum Y, 
      Fishbein MC, Kass R, Samuels B, Luo H, Siegel RJ.  Dissection of the 
      ascending aorta induced by coronary angiography. Am J Cardiol 1997; 80: 537. [Resumen] 
         
        - 
      
Carter AJ, 
      Brinker JA. Dissection of the ascending aorta associated with coronary 
      angiography. Am J Cardiol 1994; 73: 922-923. No abstract available. 
      [Pubmed] 
         
       
      
      Fig.1: 
      
        
      
      Fig. 2: 
      
        
      
      Fig. 3: 
      
        
      Fig. 4: 
      
        
      
      Fig. 5: 
      
        
        Vicente Gómez Tello 
        Clínica Moncloa, Madrid 
      ©REMI, http://remi.uninet.edu.
      
      Diciembre 2006. 
      Envía tu comentario para su publicación 
         |